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Madina, coordinador de la ponencia política del PSOE, felicita ayer por su discurso al presidente de la gestora, Javier Fernandez, ante el portavoz Mario Jiménez.
El PSOE cierra a la greña su «periodo de reflexión»

El PSOE cierra a la greña su «periodo de reflexión»

El presidente de la gestora carga contra el modelo de partido que propugna Sánchez en el foro político previo a las primarias de mayo

paula de las heras

Domingo, 26 de marzo 2017, 00:33

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Es el momento de la reflexión y de rebajar tensiones, porque toda la organización es consciente de que lo que ocurrió el sábado no puede volver a ocurrir». Esas fueron las palabras del presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, pocos días después de tomar las riendas del partido en el convulso Comité Federal que, el 1 de octubre, acabó con la dimisión de Pedro Sánchez. Han pasado ya seis meses, quedan dos para las primarias en las que los militantes elegirán a su próximo líder y, en el foro que debía servir para hablar de ideas y proyecto y aparcar por un momento la batalla orgánica, el mismo dirigente asturiano demostró ayer que la herida sigue muy abierta.

La mayoría de los socialistas admiten ya que, tras la disputa sobre la investidura de Mariano Rajoy que hizo saltar por los aires al partido abstención o terceras elecciones se escondía en realidad una guerra por el control de la organización. «Nos enrocamos en el no cuando nos dimos cuenta de que intentarían hacer recaer sobre nosotros, exclusivamente, el coste de la abstención para fulminarnos confiesa uno de los miembros de la ejecutiva de Sánchez que con más vehemencia defendió que no se dejara gobernar al PP. El único que actuó con cierta honestidad fue Guillermo Fernández Vara; los demás antepusimos los intereses propios». Y, aun así, el tiempo no ha servido para ahogar el relato, ficticio o no, que dividió al partido en dos aquellos días.

Es cierto que se ha producido un cierto movimiento; que la mayoría de los cargos orgánicos que estuvieron con Sánchez ya no lo están; que optaron por una opción mucho más ortodoxa, la de Patxi López, y que a algunos de ellos, como la secretaria general de los socialistas madrileños, Sara Hernández, se les pudo ver ayer en el Auditorio de la Fundación Once donde la gestora celebró un foro de debate que puso el colofón a la elaboración de la ponencia marco del 39º Congreso, coordinada por Eduardo Madina. En este periodo, además, se ha superado la amenaza de ruptura con el PSC. Pero también es verdad que la división persiste.

El exsecretario general arrastra tras de sí a muchos simpatizantes seducidos por su recién adquirido discurso contra el poder establecido y por la idea de formar parte activa de las decisiones de la formación. Tantos que, aun a riesgo de dar munición a los sanchistas que le acusan de falta de neutralidad, Javier Fernández fue incapaz de obviar en su intervención una reflexión sobre cómo debe funcionar el PSOE. «Queremos una organización en la que haya espacio para compartir acuerdos y para mantener desacuerdos, capacidad para generar consensos y para manejar disensos. Pero democratizar el partido no es convertirlo en una asamblea permanente, ni avanzar hacia una organización más débil y un liderazgo más fuerte», dijo.

«No me gusta que se repartan carnés ideológicos»

  • Si de algo acusan a Pedro Sánchez sus adversarios es de estar dispuesto a llevarse por delante al PSOEcon argumentos simplificadores que no sirven para realidades complejas. El portavoz de la gestora, Mario Jiménez, aprovechó ayer su intervención en la clausura del foro en el que se debatió a puerta cerrada sobre la ponencia política del próximo congreso para apuntar en esa dirección. «La realidad de España ni se resume en consignas, ni cabe en un lema, ni se expresa en 140 caracteres», dijo.

  • El también portavoz del Parlamento andaluz se revolvió contra las acusaciones de entreguismo a la derecha alentadas por los sanchistas a raíz de la abstención en la investidura de Rajoy «No me gusta que algunos repartan carnés ideológicos».

Sus palabras llamaron especialmente la atención porque la gestora había tomado la decisión de no llevar a este foro una ponencia de estatutos para evitar que el foco del debate estuviera una vez más en lo interno, en lugar de en las propuestas para mejorar la vida de los ciudadanos. Finalmente, sin embargo, el documento de más de cien páginas de «ideas» (del que ya se adelantó un resumen hace unos días) no se repartió siquiera a los participantes con el argumento de que es mejor incorporar las aportaciones hechas durante los debates de la jornada antes de hacerlo público. Así que el mensaje que primó fue el otro.

Guardianes de las esencias

Los principales barones socialistas, en su mayoría partidarios ahora de Susana Díaz, siempre reprocharon a Sánchez que pretendiera gobernar el partido dándoles la espalda, como si el hecho de haber sido el primer secretario general elegido directamente por el voto directo de los militantes le legitimara para desoír a los órganos de control internos. Ahora creen que su victoria conduciría a la podemización y no se cansan de repetir que «el PSOE debe seguir siendo el PSOE». En lo ideológico y en lo orgánico.

«Evitar el monopolio del poder en las cúpulas en perjuicio de la participación de las bases no pasa por un partido más plebiscitario que deliberativo, más asambleario que representativo insistió ayer Fernández. No queremos una organización burocratizada, entregada a sus estados mayores, a guardias pretorianas que estén ahí atrincheradas en el poder, pero tampoco queremos un partido sin rumbo, sin ideas y sin proyecto político, una mera plataforma electoral al servicio de un líder que reclame autonomía o que exija confianza».

Los reproches de los sanchistas ante lo que consideran falta de imparcialidad de la dirección interina no tardaron en llegar. Y no sólo por Fernández. También afearon a Madina que ayer presentara la ponencia política que debe representar el proyecto de todo el partido (ahora, una vez se apruebe en el Comité Federal del 1 de octubre, se abrirá el plazo de enmiendas)y hoy vaya a estar en el Ifema haciendo de telonero de Susana Díaz.

En el discurso con el que el diputado vasco clausuró el foro también hubo además críticas veladas al exsecretario general. «Que nadie nos espere jugando con asuntos centrales para la convivencia de nuestro país dijo, por ejemplo; no están en la tienda de ocurrencias». O: «Podríamos decir que no pasa nada, pero hemos tenido los dos peores resultados electorales de la historia».

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