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Podemos boicotea la visita de Estado del presidente argentino Mauricio Macri

Los de Iglesias le niegan el aplauso de cortesía a mandatarios extranjeros en el Congreso y le reclaman la liberación de una activista encarcelada

M. E. ALONSO

Jueves, 23 de febrero 2017, 01:05

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MADRID. El presidente argentino, Mauicio Macri, fue recibido ayer a primera hora de la mañana por Felipe VI con todos los honores del nuevo protocolo de la Casa Real: desfile militar y hasta 21 salvas de ordenanza a su llegada al palacio. Fue el inicio vistoso de una visita de Estado de marcado acento comercial que busca sellar la reconciliación entre ambos países, tras las tensiones producidas bajo el Gobierno de su antecesora Cristina Kirchner, que nacionalizó en 2012 la petrolera YPF, propiedad entonces de la española Repsol. La otra cara de la moneda se vivió en el Congreso y estuvo protagonizada por Unidos Podemos.

Los diputados del partido de Pablo Iglesias se esmeraron por dejar constancia de su opinión sobre Macri durante la intervención del presidente argentino en la sesión solemne en las Cortes, uno de los platos principales de la primera de las cuatro jornadas que pasará en España. La bancada morada atendió a su «responsabilidad institucional» y asistió a la recepción en el Congreso pero se negó a aplaudir siquiera como gesto de cortesía para demostrar que el presidente sudamericano les resulta 'persona non grata'.

La primera señal de lo que iba a ocurrir la dio la portavoz del grupo parlamentario, Irene Montero, que acudió a la sesión previa de control al Gobierno con una camiseta en favor de la diputada kirchnerista y activista indígena Milagro Sala, encarcelada por su papel como instigadora de unas protestas callejeras contra el gobernador de Jujuy.

Poco después era su antecesor, Íñigo Errejón, el que afeaba la presencia del presidente «off shore», por su relación con los llamados 'Papeles de Panamá'. En la sesión de control, acusó al Gobierno de Rajoy de supeditar sus relaciones con Argentina a la «afinidad ideológica» con el inquilino de la Casa Rosada y criticó el «tarifazo de gas, agua y electricidad» y el «saldo de 200.000 despidos» en los catorce meses de gobierno del mandatario. «A los argentinos les decimos: 'aguanten, no aflojen -llegó a exclamar-, que vamos a volver». Tras él, Marcelo Expósito, miembro de la Mesa de la Cámra baja aprovechó el saludo protocolario a Macri para entregarle una carta en la que le pedía al dirigente una reunión para abordar la situación de Sala, cuya excarcelación «pide también Naciones Unidas».

Carmena se desmarca

Pese a los intentos de Iglesias y los suyos por deslucir la visita, Macri no perdió la compostura en ningún momento. «Me llevo en el corazón sus aplausos», remachó antes de abandonar el Congreso. En su discurso, el mandatarario sudamericano recordó que desde su llegada a la Presidencia «comenzó un cambio histórico en Argentina». Macri quiso remarcar los estrechos lazos que existen entre ambas naciones e invitó a los españoles «a participar del proyecto» que encabeza.

Pero no todo Podemos boicoteó al presidente. La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, sí acudió a la cena de gala que los Reyes ofrecieron en su honor en el Palacio Real, desmarcándose así del partido que acogió su candidatura y la aupó a la alcaldía de Madrid. La formación morada anunció el martes su plantón a Felipe VI y al dirigente argentino.

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