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MATEO BALÍN
Martes, 24 de enero 2017, 00:55
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«No sé quién le comió la cabeza a mis hermanos, pero lo que hicieron está muy mal. Cuando se fueron a luchar con el Daesh dejaron a mi familia destrozada. ¿Cómo voy a querer ir yo a Siria si solo sé dónde está Granada y Madrid? No sé leer ni tampoco rezar. Admito que fumo, bebo y tomo pastillas. No soy creyente y estoy en contra del terrorismo. Solo quiero sacar a mi familia adelante». El presunto yihadista Choukri El Hadouchi, marroquí de 30 años, y su mujer Sara Vallejo, española de 23, fueron detenidos en abril de 2016 en Algeciras cuando intentaban viajar hasta Siria para, según la Fiscalía, integrarse la organización terrorista Daesh.
Los acusados por delitos de pertenencia a organización terrorista y adoctrinamiento pasivo negaron ayer en el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional que estuvieran preparando su traslado y que iban a viajar a Marruecos para visitar a la abuela enferma. El matrimonio residente en Granada, que fue arrestado con su hijo de un año, se enfrenta a seis años de prisión cada uno. El padre, que únicamente contestó a su abogado, negó las acusaciones de la Fiscalía por el mero hecho de que dos de sus hermanos fueron captados por el Daesh y fallecido en Siria. Del mismo modo, Sara negó haberse radicalizado en la vestimenta y explicó que siempre ha trabajado y entrado y salido de casa, donde «llevaba los pantalones».
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