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Le han dado más de 30 puntos para curar las heridas del ataque.
«¡Matad al perro! ¡Matadlo, que si no me mata él a mí!»

«¡Matad al perro! ¡Matadlo, que si no me mata él a mí!»

La Policía Nacional acaba a tiros con la vida de un perro que no dejaba de morder a su dueño

SERGIO LORENZO

Jueves, 15 de diciembre 2016, 12:43

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«Es que era su vida o la mía», repetía ayer por la tarde, en su domicilio, el joven (que prefiere no decir su nombre ni el de su mascota) que se recupera de las heridas que le ha causado su propio perro, de raza bull terrier. El animal lo atacó a las siete de la tarde del lunes, cuando le estaba paseando por un descampado próximo a la calle Las Violetas, en Cáceres el Viejo. Su novia y otros vecinos llamaron al servicio de emergencias 112 reclamando ayuda urgente. Llegó una dotación de la Policía Nacional que comprobó que el perro no dejaba de morderle; en esos momentos el joven sangraba ya de forma abundante por un brazo y las dos manos. El propio dueño les pidió que le mataran: «¡Matad al perro! ¡Matadlo, que si no me mata él a mí!», según relata al Diario HOY. Un agente disparó tres veces para salvar a su dueño.

Los hechos ocurrieron sobre las 19.20 horas del pasado lunes cuando una mujer, «desesperada» llamó a la Policía Nacional para pedir auxilio puesto que su compañero sentimental estaba siendo atacado por su propio can, de raza peligrosa Bull-Terrier, temiendo por su vida». Al llegar al lugar una dotación policial, y «antes de que ni tan siquiera pudieran descender del vehículo», fueron requeridos por varias personas que, gritando y en actitud nerviosa, llamaron su atención y los dirigieron hacia el descampado dónde el hombre estaba siendo atacado por su perro.

Relató la Policía Nacional que el perro «le había mordido y estaba enganchado a uno de sus brazos, mientras la víctima suplicaba desesperadamente que se lo quitaran de encima», ante lo cual los agentes, «al ver que el varón sangraba abundantemente y tenía lesiones en ambas manos y en el otro brazo, intentaron por todos los medios que el perro soltara a su víctima, sin conseguirlo».

Ante tal situación, y «viendo el estado en el que se encontraba la víctima, que sangraba abundantemente y no paraba de gritar «Matad al perro, matadlo que si no, me mata él a mi», y ante el «riesgo que podría suponer para la vida de la persona atacada que el perro soltara el brazo y mordiese otro parte vital», uno de los agentes «desenfundó su arma reglamentaria y, una vez adoptadas todas las medidas de seguridad necesarias para garantizar la integridad física de todas las personas congregadas en el lugar, efectúo tres disparos controlados, provocando la muerte del animal».

Con urgencia, la víctima fue atendida por la ambulancia medicalizada que, tras asistir en un primer momento al herido, optó por trasladarlo al Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres, donde fue dado de alta tras recibir varios puntos de sutura en ambos brazos y manos.

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