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La Policía cree que el crimen de la viuda del expresidente de la CAM fue «por encargo»

Los investigadores se afanan en identificar cuanto antes al supuesto sicario para evitar su huida de España

MELCHOR SÁIZ-PARDO

Domingo, 11 de diciembre 2016, 00:58

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La Policía Judicial tiene pocas dudas ya. La muerte a balazos el viernes en un concesionario de coches de Alicante de María del Carmen Martínez, viuda del expresidente de la extinta Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) Vicente Sala, apunta a una «ejecución en toda regla». Un «asesinato por encargo», en palabras de los investigadores, que hablan de un «crimen profesional», que podría haber sido perpetrado por un «pistolero a sueldo». Un supuesto sicario que se esmeró en dejar muy pocas pistas y cuya identificación se ha convertido en la prioridad absoluta en el Ministerio del Interior, que no descarta que el criminal haya abandonado ya España o esté intentando hacerlo aún.

¿El móvil? «Estamos convencidos casi al 100% de que es económico, pero todavía es muy pronto para aventurar más», revelan los mandos del operativo. ¿Quién ordenó la ejecución? La respuesta es el silencio. La Policía Judicial, 24 horas después de que Martínez fuera asesinada, asegura trabajar ya con una «hipótesis central» sobre quién o quienes podrían está detrás del crimen, pero no quiere bajo ningún concepto que sus sospechas se hagan públicas. Los operativos se centran ahora en escudriñar las «relaciones empresariales y familiares» de la fallecida para responder a la pregunta clave: ¿A quién beneficiaba la muerte de esta mujer de 72 años tanto como para pagar por su asesinato a un profesional? La familia Sala, muy conocida en Alicante, tiene negocios de vehículos (de hecho Martínez fue asesinada en el lavadero del concesionario Novocar, propiedad de su familia) e inversiones en el sector químico.

La Policía ha descartado «totalmente» el suicidio (el arma no se ha hallado) o el móvil del robo. El asesino ni siquiera hizo amago de llevarse las pertenencias de su víctima. El bolso de la viuda de Sala, su monedero y su teléfono aparecieron intactos dentro del coche. El homicida tampoco trató de llevarse el vehículo, un Porsche Cayanne de color gris, un todoterreno muy valorado en el mercado internacional de los coches robados en el norte de África.

'Modus operandi'

El 'modus operandi' del asesinato, además, confirma la tesis de un «asesinato típico de sicariato». Dos únicos disparos certeros y prácticamente a quemarropa al lado izquierdo de la cabeza, cogiendo desprevenida a la conductora, sin tiempo siquiera para tratar de protegerse, explicaron fuentes de la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV). La autopsia, realizada ayer, confirmó que la víctima no tenía heridas defensivas. Aun así la Policía Científica ha recogido muestras de las uñas y otras partes del cadáver a la búsqueda de pruebas en el caso «improbable» de que el sicario tocara a su víctima.

Ayer, la Policía Judicial se centró en la localización sin éxito del arma en varios contenedores cercanos y en la revisión de las cámaras de seguridad del concesionario y de otros establecimientos adyacentes a la sede de Novocar en la Plaza de la Luna, en la carretera de la Ocaña, donde el pasado viernes a las 19:00 horas fue encontrado el cuerpo de María del Carmen Martínez. Los investigadores también interrogaron a numerosos trabajadores de la zona. Nadie vio ni oyó nada extraño.

La zona -apuntaron los testigos- es muy ruidosa y con mucho tránsito. También podría ser -señalaron desde la Policía- que el sicario usara un arma con silenciador. Por ahora, la Policía Científica solo cuenta con un casquillo como única pista del arma, aunque no servirá de mucho si la pistola usada en el homicidio no tiene antecedentes en otros sucesos.

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