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RAMÓN GORRIARÁN
Sábado, 3 de diciembre 2016, 00:26
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Pablo Iglesias se sumó al lenguaje de corte y confección aplicado a la política que utiliza la presidenta andaluza, Susana Díaz, y se comprometió a «coser» las costuras de su partido antes de la Asamblea Ciudadana de Vistalegre II, prevista para los primeros meses de 2017. El líder de Podemos sabe que su formación no atraviesa el mejor momento y que las disensiones son crecientes, no solo con Íñigo Errejón, también con la pujante corriente anticapitalista asentada con mucha fuerza en la organización.
Amenaza tormenta para el congreso de Podemos y Pablo Iglesias quiere evitarla. Ahora, sostuvo el secretario general, es el momento de hablar «con todos», es la hora de «coser, ser capaz de hablar y discutir» para llegar a la cita del primer trimestre del próximo año sin cuentas pendientes que ajustar. A los innumerables roces con Errejón, Iglesias ha visto cómo surgía en las últimas horas una candidatura alternativa a la suya para dirigir el partido, la de la corriente anticapitalista que capitanean la coordinadora andaluza Teresa Rodríguez, el europarlamentario Miguel Urbán y el alcalde de Cádiz, José María González, 'Kichi'.
El líder de Podemos restó ayer importancia al movimiento de los anticapitalistas, «lo de la lista -dijo- es una cuestión secundaria», porque el elemento relevante es llegar a un acuerdo previo sobre la estrategia política y el modelo de partido. Si se produce ese entendimiento, aventuró que no habrá problemas para integrar a esa corriente en una sola candidatura que estaría encabezada por él. Pero si hay dos listas no pasa nada, apuntó en una entrevista en RNE, porque ambas «opciones son excelentes».
Los anticapitalistas, sin embargo, no están por ahora muy predispuestos a la integración y mantienen la idea de presentar su propia candidatura a pesar de que antes de empezar siquiera a discutirla han sufrido una baja muy sensible, la de la coordinadora andaluza del partido. «No voy a ir en las listas, me quedo en Andalucía, que tengo ya bastante con eso», señaló Teresa Rodríguez. En realidad, ella tiene un puesto asegurado en el Consejo Ciudadano de Podemos, máximo órgano de dirección del partido, en su calidad de máxima responsable en Andalucía.
Esta corriente -antes partido Izquierda Anticapitalista disuelto en 2015 para integrarse en Podemos- tiene una presencia fuerte en Andalucía, Madrid, Cataluña, Navarra y La Rioja. En las recientes primarias de Madrid alcanzaron un acuerdo con Iglesias y derrotaron a los 'errejonistas', pero con el significativo dato de que el candidato más votado fue una anticapitalista, por encima Ramón Espinar, que encabezaba la lista y es el nuevo líder. En Andalucía arrasó Rodríguez, y Silvia Jáuregui es la secretaria general en Navarra.
Iglesias aspira a integrar a todos los sectores en una lista única aunque admitió que tienen planteamientos «diferentes» pero que «pueden ser complementarios». A grandes rasgos, Errejón prima la estrategia institucional sin olvidar los movimientos de base; Iglesias apuesta por la combinación de la vertiente institucional y la movilización callejera; y los anticapitalistas consideran secundaria la labor parlamentaria frente al trabajo en la calle.
Pero el de los anticapitalistas no es el único flanco abierto para Iglesias, el secretario político de Podemos no acaba de cerrar la puerta a su candidatura a secretario general. El jueves por la noche en una entrevista en la cadena pública catalana TV3 señaló que si se convence de que su proyecto y el de Iglesias son «incompatibles» daría el paso de presentarse a pesar de «la amistad y la lealtad personales» que les unen.
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