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Luis de Guindos comparece ante la prensa durante la Cumbre Iberoamericana
De Guindos: Más peso a costa de seguir dando la cara en la UE

De Guindos: Más peso a costa de seguir dando la cara en la UE

El contacto con Bruselas se perpetúa en el cargo, con el sector industrial de regalo, y la privatización de una banca pública que ya no podrá obviar

José María Camarero

Jueves, 3 de noviembre 2016, 20:10

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Tras ver frustradas sus aspiraciones para presidir el Eurogrupo -el consejo de ministros de Economía de la zona euro-, Luis de Guindos seguirá al frente del departamento económico en el que ha permanecido inamovible desde finales de 2011. Lo hará con una pequeña gratificación mediante la que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, intenta compensar su cuota de poder en el Ejecutivo con respecto a otros compañeros, como el de Hacienda, Cristóbal Montoro.

Además de bregar, de nuevo, con la cúpula europea en torno al cumplimiento de los objetivos marcados para la economía española, De Guindos asume las funciones de Industria, que se encontraban bajo la tutela del ministerio dirigido hasta mayo por José Manuel Soria, y que el actual responsable de Economía ya había asimilado en funciones de forma temporal.

Básicamente, supondrá desarrollar la política del sector de la automoción, el que más fábricas, empleados y exportaciones acumula de la industria. De sus decisiones dependerán las posibles ayudas con las que cuenten los fabricantes, concesionarios y consumidores -como el antiguo Plan PIVE-, así como los planes para conseguir que hasta un 20% del PIB proceda de este tipo de actividades manufactureras en un país claramente volcado al sector de los servicios. Pero poco más.

Porque las decisiones realmente importantes que Luis de Guindos tomará esta legislatura seguirán ligadas a su hábitat natural. El rescate que nunca fue ahora debe ser resuelto por el mismo Ministerio que negó el impacto de las ayudas a la banca entre los contribuyentes. Hasta finales de 2012 casi la mitad de las entidades -las antiguas cajas- recibieron 56.000 millones.

Actuar con Bankia y BMN

Ahora, Economía tiene que decidir cuál es la mejor opción para que dos de esos grupos -Bankia y Banco Mare Nostrum (BMN)- sean privatizados y, con ello, se revierta una parte del dinero prestado del Estado.

El ministro tendrá la última palabra sobre lo que debe hacer el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) con sus participaciones antes de que finalice 2017, el plazo dictado por Bruselas para deshacer esas posiciones. Puede hacerlo apuntando a la fusión entre Bankia y BMN, consolidando al grupo como cuarto banco del país, con 244.000 millones en activos.

 Pero aunque ésta era la primera opción del FROB, ahora ya no descarta subastar BMN de forma independiente para después actuar con Bankia. Así se lo exigen al Ministerio todos los grandes banqueros, quienes oficialmente no muestran interés por BMN, aunque oficiosamente estarían dispuestos a pujar.

 Aunque ninguno de los responsables de los bancos estiman todavía que sea momento para realizar más fusiones, sí serán irremediables a medio plazo. Y ahí también tendrá mucho que decir el responsable económico del Gobierno. Popular sería el caso más paradigmático de adquisición, por su debilidad financiera, con Santander, BBVA, CaixaBank o Sabadell a la espera.

 Tampoco será tarea fácil explicar a los ciudadanos que los precios comienzan a subir y que -aún más relevante-, los tipos de interés pueden dejar de permanecer en niveles tan bajos como los actuales. Dependerá de lo que decida hacer el BCE.

En cuanto al comercio, deberá profundizar la ley de mercado único para homogeneizar las reglas que cada comunidad exige a las empresas para operar o trasladarse allí, así como eliminar las trabas burocráticas. En el ámbito internacional, el ministro deberá capear los efectos comerciales del 'brexit' y gestionar el el éxito o fracaso de las negociaciones con el TTIP.

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