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MELCHOR SÁIZ-PARDO
Jueves, 27 de octubre 2016, 00:56
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madrid. Sin descanso. Menos de 24 horas después de la captura de dos imanes en Ibiza que adoctrinaban niños en la yihad, la Guardia Civil y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) volvieron a golpear la madrugada de ayer las redes del Estado Islámico en España. Efectivos de la Jefatura de Información y del Grupo de Información de la comandancia de Navarra detuvieron en la localidad riojana de Calahorra al ciudadano marroquí Amine Bouyardane, de 30 años, acusado de hacer proselitismo del Daesh y de sus atentados en Europa y de haber participado en Pamplona hasta el año pasado en reuniones de adoctrinamiento del Estado Islámico. Los funcionarios practicaron dos registros. Uno en su domicilio y otro en la peluquería trabajaba.
El operativo, que comenzó a las 4:00 horas de la madrugada coordinado por el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata, es continuación de la redada que el 1 de diciembre del pasado año acabó con la detención en Pamplona del marroquí Salim Aghmir, de 32 años. Este individuo fue arrestado, también por la Guardia Civil, días antes de que emprendiera viaje a Siria para unirse a las hordas del autodenominado 'Califato'. Aghmir, en prisión desde entonces, regentaba una tetería en el barrio pamplonés de San Jorge, con una gran presencia de población musulmana. En la trastienda de su negocio, y entre la clientela de más confianza, el arrestado hace diez meses se dedicaba a hacer apología y captación de muyahidines para el Estado Islámico, particularmente a través de vídeos. A esas reuniones era asiduo el detenido ayer en Calahorra, que por entonces residía en Pamplona, después de haber vivido hasta 2012 en la localidad navarra de Azagra.
Tras la captura de Navarra, los investigadores observaron que Amine Bouyardane aumentaba de «forma evidente las medidas de seguridad adoptadas», tanto en sus desplazamientos por la ciudad como en sus actividades en la red, en un intento de que pasasen inadvertidas y, sin duda, ante su sospecha de estar siendo objeto de algún tipo de vigilancia policial. Bouyardane, además, abandonó de manera repentina Pamplona y se trasladó a vivir a Calahorra.
Según el Ministerio del Interior, la Guardia Civil ha constatado que, tras la detención de Salim Aghmir, el detenido en La Rioja continuó de forma autónoma con su proceso de radicalización, adoctrinamiento y auto-adoctrinamiento terrorista.
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