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La crisis lleva la fiesta a la calle Ferraz

El momento álgido de la jarana fue cuando una inmobiliaria regaló 'bocatas' en la puerta de la sede como promoción

MELCHOR SÁIZ-PARD0

Viernes, 30 de septiembre 2016, 01:16

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¿Puede la crisis interna de un partido sacar (al menos por unos días) de la crisis existencial a una de las calles más aburridas y con menos vida de Madrid? Pues sí. El guirigay del PSOE ha resucitado a una calle y sus comercios. Ferraz, esa vía en la que nadie quedaría un viernes por la noche para tomarse unas cervezas a no ser que viviera en el barrio, ayer era una fiesta. Una algarabía que, por unas horas, hizo borrar la imagen sosa y tristona de esta calle del barrio de Argüelles, para darle un ambiente vibrante, cercano al que se vive en un descampado en las horas previas a un gran festival de rock.

Quizás faltaban los avezados vendedores de 'merchandising' de la estrella rockera de turno. Es cierto que nadie vendía ni camisetas ni chapitas del PSOE (ni de Pedro Sánchez ni de los díscolos). Pero sí que se repartieron bocatas gratis y agua, gentileza de la inmobiliaria que comparte tabique con la sede federal de los socialistas, en busca de su momento de gloria publicitario inesperado. Quizás dentro, en Ferraz 70, el ambiente era tenso, pero fuera no. Tres centenares de personas (entre periodistas, curiosos y policías) se encargaban de quitar gravedad a la cosa.

Las terrazas de los bares de esa calle, casi siempre huérfanas de parroquianos, estaban ayer a rebosar, convertidas en palcos privilegiados frente a local del PSOE. Nadie se movía, aunque el espectáculo, más allá de la salida y entrada de coches del edificio del 70, era tedioso. Como solo los fieles a Sánchez pudieron entrar en el 'castillo' en que se convirtió la sede del partido, las terrazas aledañas -la de la cervecería Gaona y la del restaurante Platos Rotos- se convirtieron en improvisadas redacciones y observatorios donde los periodistas montaron su cuartel general entre 'mahous', servilletas, vasos sucios, ordenadores portátiles y cargadores de móviles. «No damos abasto. Estamos sobrepasados, pero contentos. Es negocio... aunque sea para el jefe», explicaba con sorna Carmen, la cocinera de 'Platos Rotos', convertida ayer en improvisada camarera para hacer frente a la avalancha de clientes.

Gente en las terrazas, pero también sentada sobre los bordillos de las aceras. «¿Militantes del PSOE? No. Somos solo curiosas. Le he dicho a mi amiga que para verlo en la tele lo podíamos ver en directo», confesaba Laura Guevara, mientras compartía una bolsa de pipas de girasol con su amiga Clara y con algunos de los cámaras de televición aburridos.

En un recuento rápido a última de la mañana de ayer, no más de una decena de las, a ojo, 300 personas que se agolpaban en las aceras se confesaban militantes del PSOE, casi todas favorables a Sánchez. «Espérate al sábado. Hemos convocado un 'Rodea Ferraz' en apoyo a Pedro», avisaba uno de los seguidores del líder socialista. Precisamente, una de las primeras concentraciones de apoyo a Sánchez tuvo lugar ayer en Valencia. Ante la sede de los socialistas valencianos, decenas de personas se concentraron al grito de «¡Pedro!» y criticando que Ximo Puig, presidente de la Generalitat, se hubiera unido a los críticos.

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