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El coronel Jambrina. :: efe
Los vecinos confirman discusiones públicas entre la madre de Diana y sus hijas

Los vecinos confirman discusiones públicas entre la madre de Diana y sus hijas

Batidas ciudadanas se incorporan a la búsqueda y los agentes tratan de hilar nuevas pistas con los registros de llamadas y la situación del móvil

R. C.

Jueves, 1 de septiembre 2016, 00:40

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madrid. Al cumplirse diez días de la búsqueda en A Pobra do Caramiñal (La Coruña) de la joven madrileña Diana Quer, la Guardia Civil ha conseguido reconstruir todos los movimientos previos de la joven la noche de la desaparición. Entre tanto, hoy y mañana se han organizado batidas ciudadanas para ampliar el perímetro de rastreo y los agentes han recabado información de varios amigos madrileños del entorno de la chica de 18 años, que vive en Pozuelo de Alarcón y estudia en Boadilla del Monte, al noroeste de la Comunidad de Madrid.

Según las pesquisas de la Guardia Civil, Diana -1,75 metros de altura, 55 kilos de peso, pelo liso, largo y negro y ojos oscuros- estuvo con un grupo de amigas en las fiestas de A Pobra la madrugada del 22 de agosto. Cerca de las tres de la madrugada, supuestamente se dirigió a su casa de veraneo, donde dormían su madre y su hermana menor. Pero todo indica que no llegó. Su rastro se pierde en ese momento. Desde entonces, los investigadores del equipo de delitos contra las personas de la Policía Judicial de la Guardia Civil de A Coruña (el que investigó el 'caso Asunta') no descartan nada.

La primera hipótesis sigue siendo la misma que la del primer día, la desaparición voluntaria. Diana está acostumbrada a viajar y tiene amigos en distintas partes de España que podrían ayudarla a subsistir en una hipotética fuga (se fue de casa sin DNI, ni pasaporte ni tarjetas de crédito y con apenas 20 euros en el bolsillo, según confirmó su padre). Pero esa tesis choca con el tiempo transcurrido sin dar ninguna señal de vida, sobre todo sabiéndose buscada por media España.

La segunda tesis es la de una desaparición voluntaria que finalmente se haya convertido en forzosa, y que Diana haya sido víctima de una acción violenta. La Guardia Civil investiga el tráfico de llamadas y mensajes en el móvil de la joven esa madrugada. ¿Con quién habló, cuáles fueron sus últimos mensajes? Del análisis de esas conversaciones y de la situación del móvil establecida por las señales de los repetidores de telefonía pueden surgir vías que permitan seguir un rastro para saber qué pasó aquella noche.

Un hombre y su hija

La fuerte discusión del 18 de agosto que terminó con la madre y la hermana de Diana en las urgencias del ambulatorio de A Pobra no fue la única que protagonizó la familia, según publicó 'La Voz de Galicia'. Vecinos de A Pobra afirmaron que estos litigios se repitieron en espacios públicos del centro de la villa, además de en locales hosteleros. Uno de ellos ocurrió días antes de la desaparición en un restaurante. Se encontraban la madre, Diana López-Pinel, un hombre de mediana edad con el que se la vio en diversas ocasiones durante las últimas semanas, la hija de éste y Diana y Valeria Quer.

Según apuntó una persona que se encontraba en ese momento en el local, el grupo estaba picando unas tapas cuando la conversación comenzó a subir de tono rápidamente, hasta el punto de que comenzaron a gritar a viva voz entre ellos y la hija del acompañante abandonó el local.

Otro de estos litigios ocurrió en las últimas semanas en la terraza de un bar de la plaza Victoriano García Martí, ubicado a escasos metros del ayuntamiento de A Pobra. Tal y como apuntó otra vecina de la localidad, sucedió de una manera similar a la del episodio anterior. Diana López-Pinel discutió con sus dos hijas de forma acalorada, lo que llamó la atención de los clientes que estaban tomando algo en ese momento.

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