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«La recuperación se podría torcer si no hay ya un Gobierno»

El líder del PP insiste en que el crecimiento actual «tiene límites» e insta a investirle para evitar la sanción de la UE por la falta de presupuestos

JOSÉ M. CAMARERO

Miércoles, 31 de agosto 2016, 00:25

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madrid. La economía se convirtió ayer en el principal aliado de Mariano Rajoy en su discurso de investidura en el Congreso de los Diputados, al recordar que, si las Cortes no le otorgan la confianza necesaria para proclamarle presidente y se prolonga su situación de interinidad, «las cosas se podrían torcer y evolucionar a peor». La ralentización de un crecimiento económico que no para de ofrecer buenas noticias -el PIB mejoró un 0,8% hasta junio, más del doble que la media europea- es el fantasma con el que amagó Rajoy para intentar convencer a la Cámara.

Aunque el presidente en funciones reconoció que, pese a las advertencias iniciales lanzadas en enero por muchos sectores, la falta de un Ejecutivo durante ocho meses no ha influido en la economía, también advirtió de que esta buena racha no es para toda la vida. «Es verdad que estamos logrando que la confianza de la economía supere a la de la incertidumbre política», explicó. Pero, a continuación, afirmó que «todo tiene un límite y esto puede cambiar». Recordó que son «muchos los avisos» que llegan «desde dentro y fuera de España» -empresarios, organizaciones internacionales, inversores, centros de estudio- para que se constituya cuanto antes un Gobierno definitivo.

El candidato redobló la presión poniendo sobre la tribuna una fecha clave: el próximo 15 de octubre, el día en el que, como muy tarde, el Ejecutivo debe presentar su plan de estabilidad presupuestaria a la Comisión Europea. Rajoy explicó que España ha conseguido «un importante grado de flexibilidad» presupuestaria, al conseguir retrasar hasta 2018 el cumplimiento del objetivo del déficit por debajo del 3%.

Por ello, insistió en que «es inaplazable e imprescindible adoptar las medidas necesarias» para cumplirlo. Si no se hace, el presidente en funciones reiteró la amenaza que supone para el país: sanciones, pérdida de fuentes de financiación comunitaria y «menoscabo de la credibilidad ganada durante mucho tiempo».

Pacto en pensiones

Durante su discurso de investidura, en el que enumeró los cambios macroeconómicos que ha registrado España entre 2011 y 2015, Mariano Rajoy ofreció dos grandes acuerdos de corte económico. Por una parte, anunció que convocará el Pacto de Toledo. «Es el tema más importante que tenemos entre manos», indicó, con el objetivo de «fortalecer el sistema» y «dar tranquilidad» a los actuales y futuros pensionistas.

Además, se dirigió «especialmente al PSOE» para abrir una negociación con el fin de diseñar «un modelo estable de financiación autonómica» que preserve la igualdad de los españoles al recibir los diferentes servicios públicos.

El presidente en funciones también diseccionó algunas de las grandes medidas económicas acordadas con Ciudadanos en su pacto de '150 Compromisos para mejorar España' alcanzado el pasado domingo. Entre ellas, la creación de medio millón de puestos de trabajo al año hasta 2020, para alcanzar los 20 millones de cotizantes. «Esta ha sido siempre mi máxima preocupación y prioridad», afirmó.

Para lograr este objetivo, el candidato propuso un sistema que combine la «flexiseguridad», así como «fomentar la creación de empleo estable», con medidas como tres únicas modalidades de contrato, exención de cotizar en los primeros 500 euros de sueldo durante cuatro años, o implantar el sistema individual de protección denominado 'mochila austríaca'.

También apuntó su compromiso con los autónomos y las pequeñas y medianas empresas (pymes). «Es posible incrementar los estímulos al emprendimiento para que cueste menos iniciar una actividad, así como mantenerla y ampliarla», afirmó. Entre otras propuestas, anticipó una reforma del régimen de cotización para hacerlo más flexible; la posibilidad de compatibilizar trabajo y pensión; así como extender la tarifa plana de 50 euros a un año.

En el campo de los impuestos, recordó su «compromiso» de reducirlos «y en especial el de la Renta a medida que el crecimiento se fortalezca». Cuando el déficit caiga por debajo del 3%, el IRPF bajará dos puntos. Será, como muy pronto, dentro de dos años.

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