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Ciudadanos da un ultimátum de 48 horas al PP para cerrar el pacto

Los populares no aceptan «límites», pero creen que puede haber acuerdo en pocas horas, y apuntan que sería más fácil si fuese de legislatura

ALFONSO TORICES

Viernes, 26 de agosto 2016, 00:06

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madrid. Sobre las ocho de la tarde de ayer, Ciudadanos abandonó por unos minutos la mesa negociadora para dar por sorpresa un ultimátum al PP. O en 48 horas le hacen las concesiones necesarias para rubricar el pacto de investidura que les permita dar la próxima semana el 'sí' a Mariano Rajoy o el partido de Albert Rivera dará por rotas las conversaciones y se quedará definitivamente en la abstención.

«El tiempo se acaba», resumió el portavoz parlamentario de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, que fijó el «sábado por la noche» como el plazo límite para contar con un pacto ya cerrado y rubricado o dar por terminado un diálogo que comenzó el viernes pasado y que ya ha consumido casi una semana de reuniones.

El representante de la formación naranja, que reconoció que no habían dicho a los populares que iban a anunciar su ultimátum, aseguró que, pese a la contundencia de su postura, quieren un acuerdo que permita que Rajoy acuda el 30 de agosto al Congreso con 170 síes en el bolsillo y que ponga al PSOE en el apuro de decidir si se abstiene o no para que haya gobierno tras ocho meses de interinidad y dos citas con las urnas, o si apuesta por las terceras elecciones. «Queremos dar un 'sí' a Rajoy, por favor dennos motivo para ello», rogó a los populares.

El emplazamiento de Ciudadanos es el resultado, según explicó Girauta, de que a lo largo de las reuniones de ayer su equipo negociador comprobó que el PP no había entendido el aviso que habían lanzado ya el día anterior y no había puesto sobre la mesa nada que les permitiese lograr un avance sustancial en busca del acuerdo. Por este motivo, decidieron emplazar a los populares a que si van a ceder en alguna de las propuestas que consideran indispensables para cerrar el pacto que lo hagan en las próximas horas o, si no, que se lo comuniquen ya para no perder más tiempo.

Las reclamaciones que exige Ciudadanos para cerrar el pacto, sin las que no habrá acuerdo, son de dos tipos. Por un lado, cinco medidas económicas y sociales que desde hace dos días pide a los populares que no sólo acepte sino que ponga por escrito cuánto dinero está dispuesto a comprometer para garantizar su puesta en marcha y en qué plazos lo haría. Son el complemento salarial para los sueldos bajos, el plan contra la pobreza infantil, la ampliación de las bajas por maternidad y paternidad, la garantía de plazas de escolarización de cero a tres años, y un plan contra el fracaso escolar. Sin ese compromiso, no habrá pacto.

El segundo bloque de exigencias lo compone, además del contrato laboral único y la reducción de cotizaciones a autónomos, las llamadas reformas institucionales. Supresión de las diputaciones, reforma del Senado y medidas para la despolitización de la justicia, fundamentalmente. Sin algún compromiso que acepte parte de estas exigencias tampoco habrá acuerdo.

Las cifras

Girauta indicó, y no fue desmentido por el PP, que los conservadores no les habían dado cifra alguna para comprometerse a aplicar el plan social, como les prometieron el miércoles, ni les habían hecho propuesta alguna para aceptar sus reformas institucionales. El límite negociador llegó tras un tuit de Rivera que avanzaba el plante: «Sin apoyo del PP a las reformas institucionales y a la clase media se impide el desbloqueo de España. Ojalá rectifiquen».

El PP salió de inmediato a tratar de parar el golpe de efecto y a minimizar el aldabonazo. Su portavoz, Fernando Martínez-Maíllo, indicó que, pese a la contundencia de Girauta, los negociadores seguían en la mesa porque «nada se ha roto», y que estarían en ella, «si hace falta», toda la noche.

Indicó que el PP «ni pone ni acepta limites», pero, en un intento de retomar la iniciativa política, dijo: «Por qué 48 horas y no 24. Vamos a intentar llegar cuanto antes al acuerdo. Quizá esta misma noche». Maíllo, que no dijo ni una palabra sobre si van a tratar de satisfacer alguna de las reformas institucionales que reclama Ciudadanos, sí prometió que las cifras de gasto social que demandan terminarán por llegar a la mesa, pero les pidió «paciencia y tranquilidad».

Sin embargo, y de cara a satisfacer lo que los de Rivera piden, hizo dos precisiones. La primera, que el compromiso de inversión en el plan social que ofrecerán estará condicionado por el ineludible cumplimiento del déficit impuesto por la UE. Y la segunda, dio a entender con claridad que el PP sería más generoso si aceptan convertir el acuerdo de investidura en uno de legislatura.

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