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La CUP divide más al soberanismo al exigir un referéndum unilateral

Convergència rechaza la propuesta de los anticapitalistas, pero Esquerra se abre a negociarla

C. REINO

Sábado, 2 de julio 2016, 00:59

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barcelona. Carles Puigdemont no convocará la cumbre soberanista que le exige la CUP para pactar un referéndum unilateral de independencia, pero si algo ha conseguido ya la formación anticapitalista con su propuesta es dejar al descubierto las diferencias entre Convergència y Esquerra.

Los antisistema emplazaron el jueves al presidente de la Generalitat a que mueva ficha para incluir en la hoja de ruta secesionista un referéndum sin el consentimiento del Gobierno central. La CUP plantea la consulta unilateral como medida de presión y como herramienta para poner precio a su apoyo a Puigdemont en la cuestión de confianza de septiembre. Pero el Gobierno catalán ni siquiera tomó en consideración la propuesta y la despachó con contundencia, con la advertencia a los anticapitalistas de que no están en condiciones de pedir nada.

Sin embargo, desde Esquerra se salieron ayer del guión oficial y se mostraron dispuestos a negociar la iniciativa porque «puede ser un punto de encuentro», afirmó la número dos del partido, Marta Rovira. «Votaremos las veces que haga falta, si tenemos que hacer un referéndum, lo volveremos a hacer. De lo que se trata es de llevar a cabo una ruptura democrática», remató.

Puigdemont nunca ha descartado el referéndum unilateral, pero Artur Mas y Francesc Homs sí porque creen que sería una especie de segunda edición del 9-N y que el problema que tiene es que los contrarios a la independencia no acudirían a votar (como en 2014) y eso le restaría validez. En coherencia con esta tesis, Convergència rechazó la idea y emplazó a la CUP a decidirse si quiere hacer aportaciones al proceso o si quiere seguir con el bloqueo.

Los anticapitalistas no solo quieren pactar el referéndum con los independentistas, también con los partidarios del derecho a decidir, como En Comú. Pero Ada Colau lo rechazó y abogó por un referéndum pactado con Madrid, porque todo lo demás «redoblará la frustración».

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