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Pablo Iglesias, en la XXXII Reunión del Círculo de Economía.
Un pragmático socialdemócrata ante la cúpula de los empresarios

Un pragmático socialdemócrata ante la cúpula de los empresarios

El líder del partido morado se ufana de su buena relación con el dirigente de la CEOE y dice que "hay cosas que se han hecho bien"

cristian reino

Jueves, 26 de mayo 2016, 20:32

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El líder de Podemos, Pablo Iglesias, debutó este jueves en la reunión del Círculo de Economía, una especie de Foro de Davos a la española, en la que se da cita lo más granado del mundo económico catalán. En términos futbolísticos, podría decirse que Iglesias jugaba en un campo a priori hostil, pues en los años anteriores, el empresariado catalán había mostrado sus miedos (mayores que ante el proceso independentista) por la llegada de los populismos de izquierdas.

Iglesias trató de disipar esos temores, con un discurso, que él mismo quiso calificar de «pragmático» y «socialdemócrata». Afirmó que tiene una «magnífica relación» con Joan Rosell, presidente de la CEOE, y se presentó como el futuro presidente del Gobierno. «Es un honor y una obligación estar aquí, para alguien que aspira a gobernar el país», señaló. Estaba en territorio de lo que él llamaba la 'casta', pero esa palabra ha desaparecido de su vocabulario, y acudió con ganas de dialogar y ser escuchado. «La desconfianza es la antesala del entendimiento», les dijo a unos escépticos empresarios, que temen, y así se lo hicieron saber, una fuga masiva de capitales si alcanzan el cielo los morados . «Ustedes son poco creíbles porque están constantemente criticando a los demás», le reprocharon. «No es revanchismo», aseguró Iglesias, que intentó mostrarse como un moderado, reconociendo que el empleo está creciendo, que hay «brotes verdes» y que hay cosas que se han «hecho bien».

El candidato a la Moncloa presentó además a su formación como una realidad, no solo un aspirante, pues «hemos demostrado que podemos ganar, a nivel municipal, y que gobernamos mejor». «Con Colau y Carmena, Barcelona y Madrid han mejorado como ciudades atractivas para hacer negocios», expuso. No llegó a calificar a Podemos como una formación 'business friendly', como hacía Mas, pero casi.

Incluso se puso corbata, no así chaqueta. Apostó por «transformar el modelo productivo», por llevar a cabo una «reforma tributaria», por aplicar un «impuesto de solidaridad a la banca», por «derogar la reforma laboral», por crear una «banca pública» y por «reestructurar la deuda de las familias». Lejos queda ya la promesa de Podemos de nacionalizar empresas de servicios, pero Iglesias dejó un esquema de su programa. «A ustedes no les interesa que haya un 30% de familias en riesgo de exclusión social», les dijo a los empresarios.

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