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El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias.
Podemos ha perdido a uno de cada tres de sus votantes

Podemos ha perdido a uno de cada tres de sus votantes

Los socialistas han recuperado desde enero a un 40% de los simpatizantes que se había pasado al partido de Pablo Iglesias

Alfonso Torices

Domingo, 23 de agosto 2015, 07:49

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Las posibilidades de que Pablo Iglesias alcance la Moncloa son cada día más lejanas, al menos eso insisten en reflejar las encuestas. El barómetro del CIS de julio ha sido demoledor para Podemos. Según sus datos, la formación morada ha perdido en los últimos seis meses a uno de cada tres de sus votantes. Ha pasado de contar con un apoyo del 239% del electorado a apenas un 15,7%, 8,2 puntos menos. La mayor fuga de votos se produjo en el primer trimestre del año, cuando la formación de Iglesias pasó de pelear con el Partido Popular por ser la primera fuerza política a verse superada de nuevo por el PSOE y a quedarse, además, muy rezagada con respecto a los dos partidos mayoritarios.

El declive de Podemos coincide con una tímida subida de los socialistas. El respaldo al PSOE se ha incrementado en los últimos seis meses en 2,7 puntos. Según el CIS, esta mejora vendría en parte porque en este periodo el partido de Pedro Sánchez ha recuperado un 40% del electorado que le había abandonado en beneficio de Podemos.

El ascenso de Ciudadanos también ha resultado negativo para las expectativas de Podemos. En este caso porque el partido de Albert Rivera ha hecho suyo el respaldo del electorado desencantado de centro. Esto se demuestra en la dirección que han tomado los antiguos votantes de UPyD. En enero el partido de Iglesias había logrado atraer a un 23% de simpatizantes de la formación magenta, un porcentaje que en seis meses se ha reducido en un 42% que ahora opta por Ciudadanos.

Uno de los mayores graneros de votos de Podemos ha estado en la abstención y el voto joven. Aquí también se detecta un descenso generalizado. En abril, un 26,3% de las personas que votaron nulo en 2011 declaraba su apoyo al partido morado. Hoy sólo lo hace un 6%. En cuanto a la población que no tenía edad para votar en los pasados comicios y ahora ya la ha alcanzado, el respaldo ha caído desde enero del 33% al 15,2%.

La única buena noticia para Podemos viene desde Izquierda Unida. El partido encabezado por Alberto Garzón no consigue frenar la sangría de votos hacia la formación morada. Si en enero un 40,8% de sus votantes se declaraban dispuestos a apoyar a Iglesias en las urnas, en julio ese porcentaje sube al 45,8%. IU es el único caladero donde Podemos sigue pescando apoyos. No obstante, el último CIS no refleja la acogida que podría tener una gran plataforma de izquierda como la que trata de impulsar Ahora en común, una iniciativa avalada por Garzón y de la que Iglesias reniega por completo.

Las causas

Muchas son las cosas que han sucedido en Podemos a lo largo de los últimos seis meses. Algunas de ellas pueden explicar en parte el bajón de la formación en las encuestas. Fuentes de la formación reconocen que los ataques desde el PP y PSOE han hecho mella en la imagen del partido y de su líder.

Las principales figuras del partido han tenido que salir al paso constantemente de acusaciones que han ido desde su vinculación con Venezuela a la connivencia con la izquierda abertzale. La crisis griega y el declive de Syriza -un partido hermanado con Podemos- también ha sido usada como arma arrojadiza por el Gobierno del PP para alertar sobre lo que le podría suceder a España con Iglesias en la Moncloa.

El caso Monedero ha sido otro flanco débil para Podemos. El exdirigente del partido ha sido exonerado por la justicia de delito fiscal pero el hecho de que saliera a la luz que cobró cientos de miles de euros por asesorar a los países del eje bolivariano y que los declaró a través de una sociedad para pagar menos impuestos han puesto en un compromiso a un partido cuyo mensaje gira en torno a la denuncia contra la casta y los privilegiados. La salida definitiva de Monedero de la dirección del partido tras cargar contra algunos de sus compañeros terminó por empañar la imagen de uno de los grandes iconos de la formación.

El último factor de desgaste ha sido el proceso de organización interna del partido. El poder absoluto que ha amasado Iglesias ha alejado de Podemos a los movimientos asamblearios sobre los que se fundó. Las últimas decepciones de una parte de las bases han llegado con el sistema de primarias impuesto desde arriba para elegir los candidatos en las generales y la negativa de la ejecutiva a integrarse en un frente de izquierda al estilo de las candidaturas de unidad popular que triunfaron en Madrid, Barcelona o Zaragoza en las pasadas municipales.

La caída del apoyo a Podemos se resume en la frase que pronunció el pasado 10 de julio una asistente a la presentación de Ahora en común en Madrid: «Ahora que Pablo Iglesias nos ha fallado da gusto tener otra vez alguien a quien votar».

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