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Un niño de dos años muere en Alzira tras ser atropellado accidentalmente en un garaje

El menor se agachó para coger una piedra de un desagüe y quedó fuera del alcance de la vista de la conductora, quien se encuentra "destrozada"

M. G.

Miércoles, 1 de abril 2015, 18:44

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La tragedia surge en los momentos más cotidianos y rompe la vida de varias familias en apenas segundos. Esto es lo que le ha pasado a una familia de Alzira que ha perdido a su único hijo después de un desgraciado accidente en forma de atropello involuntario ocurrido al mediodía del domingo en un espacio aparentemente tan inofensivo como un garaje. Fue el lunes cuando se confirmó la fatal noticia, a primera hora de la mañana, en el Hospital Universitario La Fe de Valencia, después de que los médicos hicieran todo lo posible por salvar su vida y quedaran consternados por el fatal desenlace.

Los hechos se produjeron minutos después de la una de la tarde del domingo. Un día soleado que se tornó en trágico en pocos instantes. Un niño de algo más de dos años de edad estaba jugando en el garaje mientras sus padres se encontraban en el trastero. En un momento, el pequeño se agachó para recoger una piedra de pequeño tamaño que había quedado enganchada en uno de los desagües de este espacio. Esto provocó que la conductora de otro vehículo, quien estaba saliendo al exterior, no lo viera y lo atropellara causándole graves heridas en la cabeza que, horas después, le causarían la muerte.

La reacción de los testigos y de la mujer involuntaria causante del hecho fue, en un primer momento, quedarse petrificados. "Los padres se quedaron en estado de shock", comenta R., un vecino de la finca que, a esas horas, había bajado a su trastero para coger un paellero y que fue quien sacó al menor de debajo de las ruedas. Aún con dificultad para detener las lágrimas, explicaba en la tarde de ayer que todo había pasado en muy pocos segundos y que le es muy difícil quitarse de la cabeza los minutos que vivió.

"Todos se quedaron quietos en los primeros segundos y yo lo saqué en seguida. Fue algo muy duro", afirmó, a la vez que recordó que, junto a la madre del pequeño y usando su vehículo laboral, trasladaron al menor al Hospital Universitario de la Ribera, donde llegaron en muy pocos minutos, ya que la distancia al centro sanitario es de algo más de un kilómetro.

El niño fue atendido en el centro sanitario alcireño pero, vista la gravedad de las heridas, se decidió su traslado al hospital La Fe de Valencia. Allí falleció a primera hora de la mañana del lunes pese a los grandes esfuerzos de los profesionales sanitarios.

Mientras, la involuntaria causante de esta tragedia no paraba de lamentarse por lo ocurrido entre sollozos y lamentos. Fuentes cercanas a la chica, ocupante de otra de las viviendas de esta finca alcireña, destacaban que se encuentra "destrozada. Dice que no volverá a ser persona después de esto y no para de repetir que les ha matado a su hijo. Es terrible".

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