Borrar
Susana Díaz, secretaria general del PSOE-A y candidata a la Presidencia de la Junta.
El coto del PSOE

El coto del PSOE

Solo el PP hace tres años estuvo a punto de romper la hegemonía, pero se quedó a cinco escaños de la mayoría

Ramón Gorriarán

Domingo, 22 de marzo 2015, 08:35

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Rafael Escuredo, José Rodríguez de la Borbolla, Manuel Chaves, José Antonio Griñán y Susana Díaz. Los andaluces no han conocido un presidente autonómico que no sea socialista porque Andalucía es la única comunidad que no ha cambiado de manos políticas desde la restauración democrática. En otras ha habido largas etapas de predominio de un partido, sea el PP, el PSOE o los nacionalistas, pero alguna vez produjo la alternancia. En Andalucía, no; y van 33 años de gobiernos socialistas ininterrumpidos. No parece, además, que la situación vaya a cambiar en las elecciones de este domingo y la hegemonía del PSOE es muy probable que se prolongue hasta 2019.

Si no fuera por el tamaño de la comunidad y su elevada población, Andalucía sería la aldea gala del PSOE, al estilo de la de Astérix y Obélix, rodeada por campamentos romanos, pero irreductible. Elección tras elección desde 1982, los socialistas, ya sea en solitario o con el apoyo de IU, han llevado las riendas de la Junta de Andalucía. Una de las razones de este pertinaz dominio es la implantación territorial del PSOE, apenas hay rincón de Andalucía sin una sede del partido. Con razón dice Susana Díaz que «en todos los pueblos andaluces hay una iglesia y una casa del pueblo».

Ni las elevadas tasas de paro ni la precaria situación económica ni las sonadas disputas internas ni los momentos de pujanza del PP han provocado el relevo del PSOE. Parecía que el descabalgamiento se iba a producir en 2012, cuando al calor de la rotunda victoria de Mariano Rajoy en las generales de noviembre de 2011 y el deterioro socialista por los casos de corrupción la victoria del popular Javier Arenas se daba por hecha. En efecto, el PP ganó por primera vez las elecciones, pero el triunfo fue insuficiente y el acuerdo entre PSOE e IU dejó a los populares con la miel en los labios y permitió a Griñán permanecer unos meses más en el palacio sevillano de San Telmo para ceder el bastón de mando a Susana Díaz.

Alternancia

Pero es una excepción. Ningún otro territorio ha tenido gobernantes de un solo color político desde la década de los ochenta, aunque alguno casi. Como el País Vasco, donde salvo el paréntesis del socialista Patxi López con el apoyo del PP, solo ha habido lehendakaris del PNV. También Cantabria ha registrado un fuerte predominio de las fuerzas conservadoras, ya sea con el PP o con los independientes de Juan Hormaechea. Los socialistas apenas gobernaron unos meses con Jaime Blanco en 1990, aunque fueron socios de gobierno del regionalista Miguel Ángel Revilla entre 2003 y 2011.

Hay comunidades que han sido y son feudos tradicionales de un partido. Además del País Vasco, Cataluña solo ha conocido dos presidentes de la Generalitat socialistas, con el apoyo de Esquerra e Iniciativa en ambos casos; CiU ha gobernado el resto del tiempo. Castilla y León, La Rioja, Baleares, Galicia y Murcia, a su vez, son comunidades con clara vocación popular. El PP o Alianza Popular han ejercido un control férreo de estos territorios y solo han tenido dos presidentes socialistas.

El PSOE, por su parte, parecía que nunca iba a dejar de gobernar en Extremadura y Castilla-La Mancha. Pero en las elecciones autonómicas de 2011 cambiaron el rojo socialista por el azul popular. También Asturias ha estado casi toda su vida autonómica gestionada por el partido del puño y la rosa con dos interrupciones para el PP y el Foro de Francisco Álvarez-Cascos.

En el resto deterritorios, la alternancia ha sido bastante dinámica. La Comunidad de Madrid, aunque los populares llevan dos décadas instalados en la Casa de Correos de la puerta del Sol, fue gobernada por el socialista Joaquín Leguina durante tres legislaturas. También la Comunidad Valenciana ha tenido hasta ahora una fuerte querencia por el PP, aunque tuvo un presidente socialista durante tres legislaturas, Joan Lerma. Lo mismo que en Galicia, donde la hegemonía del PP y Alianza Popular apenas tuvo dos interregnos socialistas en las tres décadas y media de autonomía.

Una situación distinta se da en Aragón, donde el PSOE ha sido el partido que en más ocasiones ha gobernado, aunque ha tenido dos presidentes populares y otros dos regionalistas. Navarra es una de las comunidades que más ha cambiado de mano. Ha tenido gobiernos del PSOE, de Unión del Pueblo Navarro, con el PP y sin él, uno muy efímero de la Convergencia de Demócratas de Navarra, y hasta uno de la UCD. Canarias, asimismo, ha tenido dos ejecutivos socialistas, otros dos del Centro Democrático y Social, pero la fuerza con más arraigo ha sido Coalición Canaria, que rige los destinos de las islas desde 1993 hasta ahora.

En los 35 años de historia autonómica, el PSOE ha gobernado alguna vez en todas las comunidades, no así el PP que siempre ha estado en la oposición en Andalucía y Cataluña, y ha limitado su papel al de socio gubernamental secundario en Canarias, Navarra y País Vasco.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios