Naturaleza salvaje en los ojos de Sebastião Salgado

Es la primera toma de 'Génesis', una muestra compuesta por 38 imágenes de una gran belleza en las que el autor brasileño hace trascender la majestuosidad y la fragilidad del mundo en una clara advertencia de todo lo que podemos llegar a perder. 'Génesis' es un trabajo fotográfico tremendamente ambicioso. De tono épico, el afamado fotógrafo, reconocido en medio mundo, se planteó hace más de una década un reto difícil de superar.

32 viajes repartidos entre 2004 y 2012. Un periplo por la Antártida, Zambia, Madagascar, Botsuana, Siberia, las islas Galápagos, Alaska y el Amazonas. Frío y calor extremos, viajes en avionetas y globos aerostáticos, travesías en barcos, una mochila para surcar el océano y sobrevivir en el desierto y una mirada propia que le valió el Príncipe de Asturias de las Artes en 1998. Imágenes en una amplia escala de grises calibrada para apreciar hasta el mínimo detalle.

Salgado captura algunas de las localizaciones más remotas del planeta, mostrando un mundo natural donde el impacto humano es aún escaso. Así, la muestra permite descubrir extraordinarias imágenes de gigantescos desiertos y tierras heladas de la Antártida, bosques tropicales y templados, cordilleras de imponente presencia, entre otras. En su largo recorrido, el fotógrafo visita volcanes, icebergs, desiertos y junglas. 'Génesis' se estructura en cinco apartados, representando en cada uno de ellos una extensa región con varios ecosistemas y colectivos primitivos.

Así, encontramos 'Los confines del sur', en los que se traslada a Georgia del Sur, traspasa las Maldivas y se adentra en la península de Valdés. En 'Santuarios' pasa por Galápagos, Indonesia y Madagascar.

Ya en 'África' su ruta abarca desde el desierto de Argelia a Botsuana, pasando por la triple frontera entre Congo, Ruanda y Uganda. Allí se instala durante días junto a las mursis y las surmas, las últimas mujeres del mundo en llevar platos en los labios con fines estéticos, sociales o religiosos. En el otro extremo, 'Las tierras del norte' recoge imágenes de Canadá, Alaska y Rusia. Por último, 'La Amazonia y pantanal' vertebra un recorrido por varios países de América Latina. Es aquí donde el artista convivirá en el estado brasileño de Pará con una aldea de mujeres que se sirven de la fruta roja de la bija para colorear sus cuerpos de un rojo intenso.

Justo en el lugar de nacimiento de Salgado surgió el germen de su obra. Cuenta el propio autor que regresó a su pueblo natal en 1990 después de décadas dando tumbos y que al volver vio cómo las especies vegetales que habían formado el paisaje de su infancia habían desaparecido. Su mujer y comisaria de la exposición, Lélia Wanick, decidió replantar un bosque con especies autóctonas y con los árboles regresaron los animales y la vida.

Cerca de veinte años más tarde, la exposición aterriza en Marbella en el entorno de las Terrazas del Puerto Deportivo, en las que ya hay instaladas 21 estructuras forjadas en hierro de 175 kilos de peso, con imágenes a ambos lados y textos para contextualizar la muestra.

El itinerario se enmarca dentro del programa de la Obra Social La Caixa. Su inauguración tuvo lugar ayer con la visita de los concejales Manuel Osorio y Manuel Cardeña, la responsable municipal Gema Midón, el director de la oficina de la entidad en Marbella, José Rueda, y el representante de la obra del artista en España, Miguel González. Este último precisó que la exposición es el testimonio vivo «de una larga coexistencia de los humanos con la naturaleza». «Una oda visual a un mundo que entre todos debemos proteger», concluyó. La muestra se podrá contemplar hasta el 1 de octubre.