Investigan si el cadáver hallado en una playa de Marbella es el de la británica desaparecida

El paseo marítimo fue precintado por los efectivos de policía desplazados hasta la zona mientras se procedía a la retirada del cuerpo que, una vez hechas las comunicaciones oportunas, fue trasladado al Instituto Anatómico Forense. Será la autopsia la que determine la causa de la muerte por informe forense. Sin embargo, la investigación apunta ya que el cuerpo no presenta signos de violencia externa.

La desaparición de Rebecca Muldoom puede obtener las respuestas que resuelvan el caso de confirmarse que se trata de la mujer encontrada en la playa.

Desde que el 2 de enero se denunciara por parte de un vecino que faltaba de su casa y que había dejado a sus dos hijos, de 8 y 11 años, solos, la investigación ha mantenido abierta todas las hipótesis sobre el caso. El pasado jueves se organizó un dispositivo especial de rastreo en el entorno del Camino del Pilar de Marbella, donde se encuentra el domicilio en el que la mujer vivía desde hace poco más de un año con sus dos hijos y su pareja sentimental. La concienzuda búsqueda por las parcelas sin edificar y un arroyo cercano, y en la que participaron, a petición de la Policía Nacional, agentes de la Policía Local, Bomberos, Protección Civil y efectivos del Grupo de Emergencias de Andalucía, no dio resultados. Tampoco los rastreos vía dron y helicóptero sirvieron para arrojar alguna pista.

La desaparición de Rebecca Muldoom se produce tras un supuesto episodio de malos tratos por parte de su pareja, sobre el que se negó a declarar el 1 de enero. Los menores se encuentran ya con familiares de Rebecca que han viajado estos días a Marbella desde el Reino Unido para hacerse cargo de ellos.

La investigación ha confirmado que cuando la mujer se ausentó de su domicilio su pareja aún estaba en custodia policial. El Juzgado de Violencia de Género de Marbella le dejó en libertad el pasado día 3. El hombre, que no es el padre biológico de los niños, tiene orden de comparecer cuando sea citado.

El entorno cercano a la mujer confirmaba esta semana que Rebecca Muldoom había sufrido algunos episodios de «crisis nerviosa» de los que fue tratada en los últimos meses. En el momento de la desaparición no llevaba dinero ni documentación y su teléfono móvil aparecía apagado.