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Visita escolar a la Basílica Paleocristiana.
La Marbella con más historia

La Marbella con más historia

Los tres yacimientos más famosos de la ciudad están plagados de elementos curiosos que no te puedes perder si acudes a visitarlos

Nieves Castro

Domingo, 21 de mayo 2017, 01:17

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Al margen de las exclusivas boutiques y restaurantes de lujo, en Marbella existe una rica oferta arqueológica poco conocida pero igualmente importante y que para más inri resulta gratis visitar. Una basílica de los primeros cristianos, una villa y unas termas de época romana, son los tres yacimientos más representativos del municipio. En ellos hay elementos curiosos que no te puedes perder si acudes de visita.

Villa Romana

¿Dónde está?: A seis kilómetros del núcleo urbano de Marbella, en dirección San Pedro. El camino más más fácil es por la N-340. Existen paneles indicativos para llegar hasta el mismo yacimiento. Calle del Río s/n - Urb. Río Verde Playa s/n.

Días y horario de visita: Viernes, sábados, domingos y festivos, excepto los días 24, 25 y 31 de diciembre y 1 de enero. De 10.30 a 13.30 horas. Visita guiada y gratuita.

Usos: Esta casa romana se construyó a finales del siglo I o comienzos del siglo II como finca dedicada a la pesca y procesado del género, posiblemente una de sus funciones principales fuese la producción de garum, una salsa picante muy apreciada en la cocina romana antigua.

Características: Los restos conservados que se pueden visitar forman parte de la denominada pars urbana, es decir la zona de vivienda. En torno a este espacio se encontraría la zona industrial (los alfares, los almacenes y las piletas de salazón y de preparado del pescado), que se debe encontrar bajo las urbanizaciones del entorno.

El Ayuntamiento adquirió en su día la propiedad con una superficie de casi 700 metros cuadrados evitando su desaparición. Tras las excavaciones arqueológicas realizadas sólo pudo sacarse a la luz una parte de la casa, donde vivían los dueños de la fábrica.

Concretamente, la parte conservada es la correspondiente al jardín trasero o hortus. Alrededor de este patio central utilizado para cultivar hortalizas, frutales, plantas medicinales o flores, hay seis espacios a los que se atribuyen los usos de comedor, estancia para visitas importantes, cocina (durante la excavación se documentaron varios incendios en esta parte que pusieron en riesgo la casa), la zona del mosaico de la Medusa, expoliado en enero del año pasado y que funcionó como acceso al patio o especie de capilla destinada al culto de la familia, una posible fuente ornamental y al lado un pequeño habitáculo cuyo uso ha ido cambiando durante la ocupación de la villa, sin que haya quedado acreditada una finalidad concreta.

¿Qué no te puedes perder?: Sin duda, los mosaicos interiores que decoran sus suelos. Atención a la zona en la que se representan dos delfines, gemelos pero no idénticos, fue la primera parte que se descubrió en la excavación, en agosto de 1960. Un hallazgo providencial, in extremis, porque sus responsables se dirigían ya a dar por concluidos los trabajos por medio del telégrafo, cuando et voila!.. Salieron a la luz las primeras teselas. El arqueólogo de la empresa Taller de Menia José García cuenta a modo de anécdota que un operario tuvo que salir en moto a toda velocidad para comunicar la feliz noticia y que no se diera carpetazo a la excavación en la que intervenían Carlos Posac Mon y Fernando Alcalá Marín. Respecto a estos delfines, llama la atención su similitud con las aves. «No sabemos si su peculiar forma se debe a que el artista que los hizo no sabía recrearlos o por contra fue un capricho de los dueños de la casa», explica García.

Ninguno de los animales representados en los mosaicos de la villa se repite. Como curiosidad el arqueólogo refiere que se trata de fauna del entorno, de la que todavía se nutren las despensas del siglo XXI, como son los patos. Estos simpáticos animales son los únicos policromados que quedan en la villa romana después de que asaltaran y robaran de manera chapucera las teselas que componían la cara de Medusa, que no solo contenía policromía sino elementos metálicos.

Tampoco puedes pasar por alto los mosaicos culinarios que representan utensilios de cocina. Hay que tener en cuenta que todas las villas romanas del mediterráneo tienen mosaicos geométricos y que en muchas tanto la cabeza de Medusa como los temas marinos están presentes, pero no así las referencias culinarias que aparecen en esta villa y que fueron un capricho expreso de los propietarios de la casa. El arqueólogo explica que muchos dan información sobre utensilios muy difíciles de conseguir. Uno de ellos reproduce una quesera de la época, mientras que otro con forma de estufa alude a un objeto que bien pudo funcionar como calientaplatos o cocina portátil, útil de metal que se encontró en Pompeya.

Ojo también a los mosaicos geométricos de piedra caliza y pizarra de los pasillos que sirven para acceder a las habitaciones. El dibujo está realizado con plantillas de la época y concebido en forma de patrón, pero a veces hay equivocaciones de los operarios. Te retamos a que las descubras.

De la ostentación de la primitiva casa nos hablan, por ejemplo, los pequeños restos de mármol que todavía hoy revisten su posible fuente ornamental. El arqueólogo nos llama la atención sobre este aspecto que es fácil pasar por alto si no se está atento.

Las Bóvedas o termas romanas

¿Dónde están?: Las Bóvedas conocidas también con el nombre de termas romanas se ubican en la desembocadura del Río Guadalmina y el Arroyo del Chopo, en San Pedro. Te costará llegar porque no hay señalización y las indicaciones de Google Map tampoco son correctas. Lo mejor es buscar como referencia el Club Guadalmina. La entrada al yacimiento se hace por un pasillo estrecho de apenas 50 centímetros de ancho, enmarcado por las vallas del club y una urbanización privada.

Días y horarios de visita: Viernes de 10.00 a 12.00 horas y sábados y domingos de 10.00 a 11.00 horas. La visita es gratuita y hay que concertarla en los teléfonos 952 82 50 35/952 79 93 14.

Usos: En este spa romano se aprecian dos pisos de planta octogonal, aunque ya no existe acceso a esta segunda planta. Una hipótesis acerca del uso que tendrían las cámaras situadas arriba hablan de su empleo para arrojar pétalos o fragancias a la piscina central durante el baño. La planta que hoy puede visitarse tiene cuatro salas para tratamientos calientes, una sala fría en el centro con una piscina, y dos espacios más, posiblemente, destinados para vestuario y masajes.

Características: Aunque ya no se aprecia ninguna, el arquitecto Salvador García, socio fundador de Yamur Arquitectura y Arqueología S.L. afirma que el edificio tuvo columnas de mármol, que se emplearían muy probablemente en el espacio central. Un material que además podría haber recubierto buena parte de las estructuras interiores que se ven hoy día.

¿Qué no te puedes perder?: A finales de los 70 y principios de los 80, el edificio funcionó como sala de fiestas privada. Las termas se situaban entonces en la parcela donde se ubica un chalé, cuya dueña adecuó este espacio del siglo III como mejor le pareció. Dispuso bancos en la sala central, muretes y adosados a las fábricas romanas y hasta salida de enchufes, elementos que no te serán muy difíciles de encontrar. Aunque no todas sus ocurrencias fueron dañinas para el edificio. El arqueólogo Joaquín Aragón, especialista del Taller de Menia, explica que la entonces propietaria hizo refuerzos con el mismo material utilizado y apunta que de no haberse hecho «quizá el yacimiento estaría en peores condiciones». En la década de los 80 se inicia el expediente de expropiación del edificio, que no llegó a término porque la mujer terminó donándolo por una peseta.

Basílica Paleocristiana

¿Dónde está?: A tan sólo medio kilómetro de las termas se encuentra la Basílica Paleocristiana de ega del Mar, en la urbanización Linda Vista de San Pedro. Calle Adelfas s/n.

Días y horario de visita: Viernes, sábados, domingos y festivos, excepto los días 24, 25 y 31 de diciembre y 1 de enero. De 11.15 a 14.00 horas. Visita guiada y gratuita.

Usos: Tras promulgarse el edicto de Milán en el año 313 se estableció la libertad de religión en el Imperio romano, cesando así las persecuciones de las autoridades contra los cristianos. El emperador Constantino favoreció a la Iglesia fomentado la apertura de basílicas como ésta, cuya construcción se fija en el siglo V o VI.

Características : El yacimiento conserva restos de la iglesia primitiva, formada por tres naves y dos ábsides. Rodeando la basílica hay un cementerio. Desde su descubrimiento casual, durante los trabajos de plantación de unos eucaliptos en 1915-1916, el yacimiento carece de techo.

¿Qué no te puedes perder?: Sus pilas bautismales. Tres de ellas están perfectamente localizadas en la sala del baptisterio y la cuarta es una pila portátil depositada en la actualidad en la nave central, aunque se desconoce su disposición primitiva dentro de la iglesia, donde todo tiene una fuerte carga simbólica.

Esa simbología se aprecia bien en la pila más grande y vistosa, donde el bautismo se hacía por inmersión gracias a su metro diez de profundidad y donde el acceso y la salida se hacía mediante siete escalones que representan la conversión del pagano en cristiano. El arqueólogo Joaquín Aragón, especialista del Taller de Menia, llama la atención sobre su forma exterior de pez, icono de los primeros cristianos, y de cruz lobulada en el interior. Este experto apunta que atendiendo a las teorías actuales, ni la forma del edificio ni la disposición de los ábsides, los patios o las tumbas, es casual, sino que enlaza con la liturgia.

En el yacimiento se han identificado cerca de 200 enterramientos, pero no te afanes en la búsqueda de ajuares funerarios, que en su día estuvieron compuestos por monedas, vasijas de barro o broches. Las piezas de esta necrópolis, que se cree estuvo funcionando durante cinco siglos, se encuentran actualmente en el Museo Arqueológico Nacional. Así que si quieres verlas, a pesar de la reciente creación del Museo de Málaga, tendrás que viajar a Madrid.

Hay que estar atento a los pocos restos de suelo original que conserva el templo y que se localizan en los ábsides así como a los pocos restos de color que conservan los muros.

El arquitecto Salvador García, socio fundador de Yamur Arquitectura y Arqueología S.L., firma en la que ha confiado tanto la Junta de Andalucía como el Ayuntamiento de Marbella para llevar a buen puerto varias actuaciones realizadas en este Bien de Interés Cultural (BIC), subraya que la construcción de la basílica es sumamente modesta. Este especialista indica que el trabajo de albañilería es poco especializado y puede apreciarse una clara economía de medios. Así, los muros se levantan mediante el empleo de cantos rodados recogidos en los cauces cercanos, tomados con mortero de cal.

Este experto también revela porque esta construcción aparece con frecuencia en los manuales antiguos de Historia del Arte: fue la primera que se encontró en España con doble ábside y durante la dictadura se le concedió una gran importancia.

Aunque no haya evidencias físicas que mirar, si visitas la basílica recuerda que estás en un yacimiento que ha sobrevivido a dos maremotos, uno en el año 365 y otro muy destructivo en el 526.

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