Del cierre a la apertura: un camino tortuoso

El aula fue desmantelada después de tres décadas de trabajo universitario con motivo de una interpretación restrictiva de la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local en cuanto a las competencias municipales en el ámbito educativo. Cabe recordar que en consecuencia, desde 2015 el Ayuntamiento ha arrastrado serios problemas para justificar su aportación en el convenio suscrito con el centro asociado y el pago de las tutorías al personal docente, generándose retrasos importantes en el cobro por parte de los profesores. Tras el cierre del aula 300 alumnos de Marbella tuvieron que formalizar su matrícula para este curso directamente en Málaga, adonde tienen que desplazarse para recibir las tutorías y realizar los exámenes.

A raíz del informe de la Secretaría General de Universidades en septiembre pasado se produjo un importante cambio de escenario. El dictamen del organismo dependiente del Ministerio de Educación despejó el camino para que las entidades locales puedan colaborar en la financiación de las aulas universitarias de la UNED. Fue entonces cuando responsables del Ayuntamiento y del centro asociado confiaron en la posibilidad de reabrir nuevamente en Marbella.

«La solución ha venido con el acuerdo del Ministerio, con el que se daba el visto bueno a los interventores para financiar a la UNED en los municipios», resume la directora del centro asociado en Málaga, Concepción Travesedo. «El problema estaba en la Ley de Sostenibilidad y este acuerdo ha terminado con ese obstáculo. La Intervención de Marbella ha aprovechado para proponer una modificación del convenio y adaptarlo, con buen criterio, a los nuevos tiempos», apostilla.