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Victoria y Víctor, en una celebración en el cuartel de La Legión.
«En ningún momento nos dijeron en la clínica que Víctor estaba tan grave»

«En ningún momento nos dijeron en la clínica que Víctor estaba tan grave»

La mujer del joven fallecido tras operarse de un juanete, embarazada de 11 semanas, afirma que fue en el Costa del Sol donde le informaron de que estaba en coma

Francisco Jiménez

Sábado, 25 de marzo 2017, 01:05

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«No encuentro ningún tipo de explicación por más vueltas que le doy. Nos despedimos con un ahora te veo y mira cómo nos lo llevamos a casa». Victoria Pareja está «rota» desde el dramático giro que le dio la vida el pasado 22 de febrero, cuando su marido entró en quirófano para operarse de un simple juanete en una clínica privada de Marbella y salió en coma, con lesiones cerebrales irreversibles y falleciendo 16 días después en el Hospital Clínico. Rota por la inesperada pérdida de Víctor, con quien se casó en diciembre de 2014 después de compartir ocho años y del que espera un bebé (está embarazada de 11 semanas). «Teníamos una vida llena de proyectos que se han desvanecido por completo», suspira. Y también desconcertada porque a día de hoy sigue sin saber qué ocurrió en la mesa de operaciones para que su marido sufriera una parada cardiorespiratoria de siete minutos y para que no fuera reanimado con desfibriladores, tal y como recoge el informe del centro sanitario.

Unas preguntas que también se hace el titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Málaga, que tras recibir el aviso del Clínico, ha abierto de oficio una investigación al considerar que «las actuaciones presentan características que hacen presumir la posible existencia de una infracción penal», tal y como informó ayer este periódico. A la espera de que la investigación judicial trate de arrojar luz a través del análisis de toda la documentación médica y de estudios complementarios a la autopsia (que no es concluyente al señalar que el origen de la muerte es «indeterminado»), la familia también se ha puesto en manos de los abogados Rafael Guzmán y Luis Portero y ha pedido colaboración al Departamento de Medicina Legal y Forense de la Universidad de Málaga.

Pero al margen de las causas que provocaron tan trágico desenlace y de las posibles responsabilidades que se puedan exigir en los tribunales, la familia de Víctor denuncia la falta de información por parte de la Clínica Ochoa. «Nos comentaron que tenía una pequeña reacción alérgica, pero que no nos preocupáramos, que en el mismo día nos podríamos ir a casa. Incluso nos dijeron después que podíamos pasar a verle, pero luego dijeron que no y que tenía que ir a otro hospital porque parecía que no despertaba bien de la anestesia o que podía haber algún coágulo en el corazón, que no sabían. Pero en ningún momento nos dijeron ni a mí ni a ningún familiar que Víctor estaba tan grave», relata Victoria, quien remarca que no fue hasta la llegada al Hospital Costa del Sol en una ambulancia del 061 cuando tuvieron constancia de lo que sucedía. «Fue allí donde nos dijeron que salió de la clínica en coma por la falta de oxígeno provocada por la parada», añade. Este periódico ha intentado recabar la versión del centro privado, aunque su administrador asegura no tener información al respecto, remitiéndose a los servicios jurídicos: «No puedo decir nada porque no tengo información».

«Algo ha tenido que fallar»

Por su parte, el letrado de la familia, Rafael Guzmán, incide en que «lo primero es saber qué es lo que ha ocurrido. La medicina no es ciencia de resultados, sino de medios, pero aquí parece que ha tenido que fallar algo, como sospecha también el propio juzgado al abrir una investigación». En este sentido, Victoria tiene grabado el mensaje que le transmitieron los sanitarios que atendieron a su marido tanto en el Costa del Sol como en el Clínico. «Todos me decían que algo ha tenido que fallar», subraya esta mujer de 34 años, justo antes de venirse abajo: «Todo esto es muy duro, está siendo muy difícil. Cada día noto más su ausencia».

El mediano de tres hermanos, Víctor Manuel Alba tenía 33 años y era natural de Ronda, donde hace algo más de cinco años ingresó en la Legión. «Víctor está aún habla de él en presente en el grupo de Caballería Reyes Católicos». Según explica, a finales de este mes tenía unas pruebas físicas para presentarse a cabo porque su intención era hacer carrera profesional, así que decidió operarse del juanete de su pie derecho para acabar con las molestias. «Como ya se operó del otro pie y se recuperó en menos de un mes, decidió intervenirse del otro. Era el mismo médico, pero como necesitaba encontrarse bien antes de las pruebas, el traumatólogo le ofreció hacerlo en esta clínica porque en la de la otra vez tardaría más tiempo», explica mientras muestra fotos en su móvil con Víctor vestido de uniforme con sus compañeros, los mismos que le rindieron un emotivo homenaje el miércoles en el acuartelamiento Montejaque.

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