Borrar
Víctor Manuel Alba pertenecía a la Legión en Ronda.
Un juez investiga la muerte de un hombre de 33 años tras operarse de un juanete

Un juez investiga la muerte de un hombre de 33 años tras operarse de un juanete

El paciente, intervenido en una clínica privada de Marbella, sufrió una parada cardiorespiratoria durante siete minutos y falleció en el Clínico tras 16 días en coma

Francisco Jiménez

Viernes, 24 de marzo 2017, 00:45

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Con 33 años, una carrera profesional en la Legión donde se estaba preparando para ascender a cabo y apenas unas semanas después de conocer que iba a ser padre, a Víctor Manuel Alba se le fue la vida tras someterse a una operación de juanetes. Era una intervención rutinaria en una clínica privada de Marbella, como a la que un año antes se sometió para el pie izquierdo en otro centro médico, con anestesia local y con el alta prevista para esa misma mañana. Pero todo se torció en el quirófano. El paciente sufrió una parada cardiorespiratoria que se prolongó durante siete minutos, provocándole graves daños neurológicos que desembocaron en un coma profundo durante 16 días hasta que finalmente falleció el pasado 10 de marzo. ¿Qué provocó tan dramático desenlace? Eso es lo que intenta averiguar el Juzgado de Instrucción número 8 de Málaga, que tras recibir aviso del Hospital Clínico, donde se produjo el óbito, ha abierto de oficio una investigación al considerar que «las actuaciones presentan características que hacen presumir la posible existencia de una infracción penal».

La autopsia realizada por los forenses del Instituto de Medicina Legal no es concluyente. Señala que el origen de la muerte es «indeterminado», por lo que el informe definitivo queda pendiente de estudios complementarios, que pasan primero por el análisis de toda la documentación clínica del caso el juzgado ya ha requerido el historial del paciente al centro médico, además de por los estudios histopatológicos y toxicológicos (examen al microscopio de las muestras tomadas de los órganos). Desde la Clínica Ochoa aseguran no tener explicación, lamentando lo ocurrido y reconociendo que «no es normal».

En eso coinciden con los abogados de la familia del fallecido, Rafael Guzmán y Luis Portero, quienes consideran que «algo ha tenido que fallar». De forma paralela a la actuación judicial han pedido colaboración al Departamento de Medicina Legal y Forense de la Universidad de Málaga para tratar de determinar la causa de la muerte de Víctor, que llevaba dos años casado y cuya viuda está embarazada de 11 semanas. Natural de Ronda, estaba a punto de cumplir seis años en el grupo de Caballería Ligero Acorazado Reyes Católicos de la Legión, con sede en la Ciudad del Tajo y donde sus compañeros le rindieron un emotivo homenaje el pasado miércoles.

«Con otras intervenciones en su historial médico parece extraño que pueda tratarse de una reacción alérgica por la anestesia, que además era local; pero incluso en ese supuesto, en un hospital debe haber mecanismos para sacar adelante al paciente», expone Guzmán, quien advierte de que «no consta que se usaran desfibriladores para reanimarlo».

Aviso al 061

La intervención tuvo lugar el día 22 de febrero a las 10.45 horas, «con antecedentes del mismo procedimiento quirúrgico y anestésico del pie izquierdo», según recoge el informe de la clínica, en el que se detalla que en el momento de la incisión el cirujano tuvo que interrumpir la operación «porque el paciente sufrió bradicardia extrema» (descenso del ritmo cardíaco). Siempre según este informe, se procedió a masaje cardíaco y se le colocaron parches para desfibrilador, aunque «salió de parada tras siete minutos sin precisar desfibrilación cardiaca». Pese a recuperar el patrón respiratorio, el paciente requirió ventilación mecánica y entró en coma.

Transcurridas tres horas sin mejoría, finalmente se decidió avisar al 061 para su traslado al Hospital Costa del Sol, donde presentaba «mala evolución clínica desde el punto de vista neurológico», tal y como recoge el informe del Hospital Clínico Universitario al que fue derivado siete días después para la realización de pruebas complementarias. Un examen que confirmó la «mala evolución» del paciente, la gravedad de las lesiones cerebrales como consecuencia de la falta de oxígeno y su carácter irreversible. «Lo primero que necesita la familia de Víctor es saber qué ha ocurrido. No estamos hablando de una operación a corazón abierto, estamos hablando de un juanete», remarca Rafael Guzmán, quien insiste en preguntar por qué no se utilizaron los desfibriladores durante esos siete minutos en los que permaneció en parada. «Es mucho tiempo sin oxígeno en el cerebro», sentencia.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios