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Aspirantes, ayer, en una de las puertas laterales del establecimiento.
Dos mil personas aspiran a los 150 empleos de temporada que ofrece el hotel Don Carlos de Marbella

Dos mil personas aspiran a los 150 empleos de temporada que ofrece el hotel Don Carlos de Marbella

Los seleccionados trabajarán de marzo a septiembre con sueldos que rondarán o superarán en algunos casos los mil euros netos al mes

Nieves Castro

Martes, 7 de febrero 2017, 00:48

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Ana Bernal se aferra a una carpeta. Está nerviosa. Dentro del cartapacio guarda el currículum que entregará al seleccionador de personal del hotel Don Carlos Leisure Resort & Spa, el cinco estrellas de Marbella que ha lanzado una oferta de empleo masiva de cara a la temporada alta: 150 contratos para cubrir distintos puestos del escalafón del establecimiento durante los próximos siete meses, de marzo a septiembre. «Llevo dos años sin trabajar se le quiebra la voz. Ha surgido esta oportunidad de la que me enteré por internet, llamé para concertar una cita y aquí estoy, dispuesta a todo», cuenta Ana, una mujer de 55 años, con experiencia laboral como camarera de piso. Como esta vecina de Coín, cientos de personas de distintos puntos de Málaga, e incluso de fuera de la provincia, realizaron ayer las pruebas pertinentes para ganar un empleo temporal en Don Carlos. El proceso de selección continuará hoy y mañana. En total, hay 2.000 candidatos.

El cinco estrellas, perteneciente a Selenta Group empresa que gestiona nueve establecimientos hoteleros en distintas ciudades de España busca una amplia variedad de profesionales, desde mayordomos a camareros de pisos o especialistas de sala, entre otros. Los sueldos variarán en función de la categoría y rondarán e incluso superarán los mil euros netos al mes, según lo que marque el convenio de hostelería de Málaga.

Motivaciones

Muchos de los aspirantes ya han trabajado con anterioridad en Don Carlos y vuelven atraídos por las condiciones laborales de las que disfrutaron en el pasado. Es el caso de Rafael Soto, de 37 años, que estuvo tres temporadas seguidas con ellos. Ahora, tras dos meses y medio en paro, cruza los dedos para ingresar en la plantilla de camareros, porque, como él mismo afirma, «aquí siempre he estado muy a gusto». Natalia Molero, de 29, también regresa al hotel donde comenzó su experiencia laboral en la hostelería hace ocho años. A ella no le falta el trabajo gracias a contratos eventuales que va encadenando en conocidos restaurantes, discotecas y clubes de playa de Marbella, pero aspira a un puesto de camarera de sala en el establecimiento para obtener cierta estabilidad por unos cuantos meses seguidos. «Un hotel es calidad de vida, no se puede comparar al trabajo en un chiringuito o en un restaurante», asegura por experiencia esta mujer residente en Marbella.

Las motivaciones de Alejandra Rodríguez y su marido son bien distintas: ellos quieren estar más cerca de su familia. Este matrimonio residente en una pedanía de Jerez de la Frontera no dudó en hacerle kilómetros al coche para acudir a la entrevista de trabajo; y es que ellos ponen rumbo todos los años a Mallorca para trabajar en hoteles durante los meses fuertes. «Nos gustaría colocarnos aquí, en Don Carlos, y no tener que irnos tan lejos para echar la temporada», afirma ella. Él, a su lado, asiente con la cabeza.

Sin experiencia

Frente a la experiencia de la que muchos hacen gala en el mundo de la hotelería, otros reconocen que jamás han desempeñado actividad alguna dentro de un hotel. Es el caso de Juan Antonio Ponce, un pescadero marbellí en paro, de 37 años, que busca un puesto como ayudante de cocina, botones o personal de mantenimiento. «Este mes se me acaba la prestación por desempleo que cobro desde octubre y las estrecheces son tantas, que vivo con mi pareja en casa de mi madre. Si me cogen aquí sería una bocanada de oxígeno».

Aunque la variedad de perfiles de los aspirantes es grande no resulta raro encontrar a personas como Juan Antonio, sin experiencia en hoteles. Un rasgo que, según la dirección, no supone ningún hándicap para hacerse con un puesto de trabajo en el cinco estrellas. «La experiencia no nos preocupa, los formaremos dentro de la casa», confirma el director del hotel Don Carlos Leisure Resort & Spa, Javier Mendizábal. «La actitud es lo más importante, las ganas que tenga esa persona, porque eso indica cómo va a desarrollar su posible trabajo. El conocimiento del trabajo en sí son cosas que se pueden aprender. Esta temporada en Marbella se prevé de récord, por eso estamos contratando a la gente desde ya para formarla, hacer las cosas bien, y este año ofrecer mucha calidad en el hotel, a la altura de lo que es el Don Carlos», apostilla Mendizábal.

Junto a trabajadores motivados, la dirección busca empleados con buena presencia y dominio del inglés para tratar con los clientes. Cualidades que superan muchos de los entrevistados ayer, como Isabel Chele, una ecuatoriana licenciada en Enfermería con experiencia laboral en hoteles durante más de una década, entre ellos en el propio Don Carlos. «Yo me acoplo a lo que sea. Aspiro a un puesto de camarera de piso... Una licenciada en Enfermería limpiando, es la vida y no me quejo», asegura. David Verdú es compañero de fila, un trotamundos de la hostelería que espera «un trabajo un poquito más estable» que los desempeñados hasta la fecha «de maître, si es posible, y si no, de camarero, porque lo importante subraya es trabajar».

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