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Las máquinas han actuado esta semana en Arroyo Alicates, donde la vegetación acumulada no dejaba ver el cauce.
El Ayuntamiento de Marbella asume  la limpieza de los ríos y arroyos más saturados ante la inacción de la Junta

El Ayuntamiento de Marbella asume la limpieza de los ríos y arroyos más saturados ante la inacción de la Junta

El Consistorio, con el apoyo ocasional de comunidades de vecinos, viene actuando en las zonas más colapsadas ante el riesgo de desbordamientos e incendios

Mónica Pérez

Lunes, 30 de enero 2017, 00:53

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A grandes males, remedios urgentes. Es la máxima con la que el Ayuntamiento de Marbella y comunidades de vecinos mantienen una estrecha colaboración para acometer tareas que, sin ser de su competencia, sí son necesarias para evitar, por ejemplo, inundaciones, incendios o hasta plagas de insectos. El edil responsable del área de Sostenibilidad, Miguel Díaz, hablaba esta semana, al hacer balance de gestión de su departamento durante 2016, cómo la intervención para la limpieza del río Guadaiza fue «providencial». Culminó una semana antes del temporal de diciembre y minimizó los posibles riesgos para la población». Aún así, hubo desbordamientos e inundaciones. También en otros puntos del término municipal, donde a raíz del temporal han quedado al descubierto zonas que demandan una mayor atención y donde se va a intervenir. Pese a que la limpieza de cauces y arroyos debe acometerla el Gobierno regional es el ayuntamiento el que viene, desde hace años, capitaneando una actuación de gran importancia.

Esta semana las tareas se han localizado en el arroyo Alicates, una intervención en la que colabora la comunidad de vecinos de las urbanizaciones anexas al cauce, cerca ya de la desembocadura, como son Alicate Playa y Las Chapas. Los efectos de esa labor, que arrancó a inicios de semana, son ahora más que manifiestos, ya que en la zona la acumulación de vegetación no dejaba ver el cauce. «Es una actuación más que venimos realizando, previa autorización de la Junta de Andalucía, desde la delegación de Sostenibilidad en zonas donde la acumulación de brozas, restos vegetales y suciedad convierte a estos cauces de ríos y arroyos en puntos de peligro», explica el concejal responsable Miguel Díaz. En este caso, la delegación municipal aporta la maquinaria, mientras que los vecinos se hacen cargo de los camiones en los que se recoge y trasladan los restos eliminados.

El edil se muestra prudente a la hora de hablar de la inacción de la Junta de Andalucía en estas tareas, advirtiendo que «no hace una labor minuciosa». Sin embargo, hace ya hasta tres años que la Administración autonómica no desarrolla en el municipio una planificación completa para poner a punto los cauces y arroyos del municipio. Ya el anterior gobierno municipal del PP remitió un buen puñado de solicitudes a la Agencia Andaluza del Agua para que se acometieran esas labores.

«No podemos esperar»

«No podemos esperar», explica Miguel Díaz, quien detalla que el pésimo estado en el que encuentran muchos de estos cauces no solo puede provocar el desbordamiento de ríos y arroyos durante el invierno, sino que pueden ser focos de incendios en verano. De hecho, el desbordamiento del Arroyo Alicates durante la tromba de agua que cayó sobre Marbella el pasado diciembre provocó importantes inundaciones en bajos y garajes de estas urbanizaciones.

Por ello, no es de extrañar que el Consistorio haya intervenido ya con medios propios en siete puntos del municipio: arroyos Primero, Segundo, Nagüeles, Real de Zaragoza y Guadalpín; así como en las desembocaduras de Río Verde y Guadaiza, lo que se traduce en una trabajo sobre una superficie de 7.500 metros cuadrados.

«Estamos actuando con medios propios en estas zonas y hay otras en las que vamos a intervenir en este año, muchas de ellas son las que han quedado al descubierto tras el temporal, aunque siempre con la autorización previa de la Junta de Andalucía», sostiene el concejal de Sostenibilidad.

Estos trabajos, localizados fundamentalmente junto a las desembocaduras de los ríos y arroyos, sin embargo, precisarían de una intervención complementaria a lo largo de todo el cauce o, al menos, en los tramos en los que se localice una mayor concentración vegetación y basuras, materiales que, en caso de una nueva tromba de agua, volverían a ser arrastrados por las lluvias hasta la desembocadura.

«En Guadaiza el temporal hizo que se desbordara el río, pero no queremos ni pensar en las consecuencias que hubiera tenido esa tromba de agua de no haberse intervenido, como hicimos, solo una semana antes para retirar varios camiones con restos vegetales, broza y basuras que hubieran taponado la desembocadura», explican desde la delegación.

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