La Junta anuncia la resolución del contrato de la Bajadilla con el Jeque pese a que el Ayuntamiento contaba ya con un nuevo inversor. Marbella no tira la toalla e intenta evitar un nuevo concurso que eternice el proyecto/ La ciudad sigue reclamando la deuda de la corrupción
Mónica Pérez
Domingo, 27 de noviembre 2016, 12:50
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La decisión de la Junta de Andalucía de rescindir el contrato para la ampliación del puerto de La Bajadilla a la empresa del jeque Al Thani abre más incertidumbres que puertas. Tras cinco años de espera la ciudad se encuentra con que el proyecto sigue en punto muerto. Un lustro marcado desde su inicio por los continuos incumplimientos de contrato por parte de la empresa concesionaria Nas Marbella en la que una mercantil del jeque Al Thani es accionista mayoritaria tanto en el pago del canon como en los plazos marcados con diversas prórrogas de por medio para presentar un proyecto definitivo que nunca llegó. Acumula una deuda en canon de 1,4 millones de euros y lleva empleados cuatro años para poner sobre la mesa el documento revisado de la obra. Para colmo dejó a deber al arquitecto José Seguí los 3,8 millones del contrato firmado en 2011 para la elaboración del proyecto de ampliación del puerto. El anuncio efectuado este jueves por la Junta acerca de la rescisión del contrato es la culminación de un expediente iniciado por la Administración regional en agosto tras agotarse los plazos y la paciencia de los gestores de la APPA. El escenario que se abre es desalentador por cuanto obliga a empezar de nuevo el procedimiento, con la convocatoria de un nuevo concurso. Aunque el panorama puede oscurecerse aún más si el jeque decide presentar un Contencioso-Administrativo contra el expediente para resolver el contrato, lo que dilataría la solución durante años. No es de extrañar por tanto que en el Ayuntamiento, que llegó a alegar al inicio del expediente de rescate de la concesión, la decisión de la Junta haya caído como un jarro de agua fría, sobre todo cuando el equipo de gobierno confiaba en otro oficio que le daba de plazo hasta el martes 29 de este mes para presentar al nuevo inversor con el que, según confirman a este periódico fuentes cercanas a la negociación, se había cerrado un acuerdo esta misma semana. La solución planteada desde el Consistorio para dar entrada a ese grupo de Dubai no solo evitaría iniciar el procedimiento de nuevo y abrir un nuevo concurso, sino que daría un impulso parece que definitivo al proyecto. En el Ayuntamiento no tiran la toalla ante este giro de los acontecimientos que podría entenderse como inoportuno visto el avance de las gestiones desde Marbella frente al golpe de timón en Sevilla. El equipo de gobierno ha reiterado su intención de agotar los plazos para dar entrada al nuevo inversor. Si no en lo que queda de tiempo hasta el martes, sí durante el mes de plazo que la resolución de la Junta, que cuenta con el respaldo del Consejo Consultivo, abre ahora para la presentación de un recurso de reposición ante la APPA. El que estaba llamado a ser uno de los proyectos emblemáticos del sector náutico en España sigue naufragando a la espera de que se enderece el rumbo.
La deuda de la corrupción
Marbella ha vuelto a reclamar la deuda que la corrupción urbanística aún tiene con la ciudad. Lo ha hecho en el pleno municipal de este mes y a través de una moción defendida por IU y apoyada por el resto de grupos representados en la Corporación Municipal. El mensaje, dirigido directamente al Gobierno central es claro: Marbella paga religiosamente la millonaria deuda heredada de la etapa del gilismo y sin embargo no solo sigue sin recuperar todo lo esquilmado de las arcas municipales, sino que las multas que los declarados culpables en estos casos de corrupción y recaudadas por el Estado no acaban en la ciudad. Por ello, la petición desde el pleno de la Corporación vuelve a ser que esas multas reviertan en la ciudad en forma de inversiones destinadas a proyectos de competencia Estatal que arrastran años de espera. Es el caso de la estabilización de las playas del término municipal. El litoral no puede permitirse seguir parcheando los efectos de los temporales con aportes de arena. Las mejoras de los accesos e incorporaciones a la A-7 desde las urbanizaciones que jalonan a su autovía a su paso por el municipio. Es necesario dotar de una mayor seguridad a esta carretera con uno de los registros de accidentes más elevados. La restauración de la Torre del Cable para el cambio de titularidad a manos municipales que garantice su mantenimiento, y así un largo listado de reclamaciones. Un debate manido que vuelve al salón de plenos coincidiendo además con la primera salida de la cárcel del principal cerebro de la trama Malaya, Juan Antonio Roca, tras diez años entre rejas. Tres días de permiso penitenciario en los que ha aprovechado para reiterar ante el tribunal su voluntad de seguir pagando la liquidación de las responsabilidades civiles por las que fue condenado. Y coincidiendo también con la localización en Alemania de uno de los prófugos de Malaya, el abogado Juan Germán Hoffman, condenado a cinco años de cárcel por un delito de blanqueo de capitales y otro contra la Hacienda Pública, y a quien las autoridades alemanas no tienen previsto extraditar a España. La ciudad sigue esperando recibir lo que le sustrajeron.
Presentaciones con lleno
Muchas veces se le ha criticado a los marbelleros y marbellíes su escasa participación en los eventos cada vez más numerosos, por cierto culturales que se convocan en la ciudad. Lo que ha quedado demostrado esta semana es que si el encuentro supone una oportunidad para departir con amigos de siempre y asistir a la puesta de largo de creaciones literarias de grandes profesionales de la ciudad, la cosa cambia. El mismo día y casi a la misma hora, dos compañeros de esta bendita profesión periodística, Viruca Yebra y José Manuel Bermudo, presentaban libro. Las citas coincidieron además con los fastos del encendido navideño, pero ello no impidió que tanto la sala del Hotel Meliá Don Pepe donde Viruca daba cuenta de su primera novela El Fuego del Flamboyán, como el Hospitalillo, donde Bermudo hizo lo propio con su recopilación de artículos publicados en SUR Mirando al mar. Marbella crónica cercana, estuvieran hasta la bandera. A comienzos de este mes, diversos espacios acondicionados para la ocasión se abarrotaban de público en las representaciones de varios actos del Tenorio de Zorrilla, una iniciativa impulsada con acierto por la Asociación de Amigos del Teatro Ciudad de Marbella. No sabemos si atravesamos por un cambio de tendencia en los hábitos de ocio de los habitantes de Marbella o es que la nueva oferta cultural del municipio empieza a encarrilar un camino de acertada adaptación a los gustos del público.
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