El jefe de la Policía Local de Marbella en la 'era GIL' volverá como número dos del cuerpo

El exjefe de la Policía Local de Marbella durante la época del GIL, Rafael del Pozo, podrá reincorporarse al cuerpo de seguridad municipal una vez que la sentencia del caso Malaya sea comunicada oficialmente y así lo solicite. Del Pozo, que lleva ocho años suspendido de sus funciones y con un expediente abierto en el Ayuntamiento, fue condenado en el citado proceso a dos años de inhabilitación especial para empleo o cargo público y 60.000 euros de multa como autor de un delito de cohecho pasivo.

Según un informe solicitado por el alcalde, José Bernal, la pena de inhabilitación ya ha sido cumplida por Del Pozo, por lo que podrá reincorporarse a sus funciones aunque para ello será necesario que el regreso del exjefe sea aprobado en la Junta de Gobierno Local, según han informado a este periódico fuentes municipales. La competencia para rehabilitar a un funcionario que ha sido condenado a una pena de inhabilitación descansa en el pleno del Ayuntamiento, aunque está transferida al órgano de gobierno. Según estas fuentes y de acuerdo al citado informe, no existe margen legal para impedir el regreso del exjefe policial, independientemente de que su vuelta es vista con buenos ojos por algunos sindicatos policiales, entre ellos los más cercanos al gobierno municipal.

Del Pozo no ha solicitado aún su reincorporación al Ayuntamiento, aunque fuentes municipales han admitido que conocen de la intención del exjefe de volver a la Policía Local. Este periódico intentó ayer sin éxito confirmarlo de boca del interesado.

Número dos

El regreso del exjefe, que ostenta el rango de intendente mayor, no lo situará sin embargo a la cabeza de la Policía Local. El equipo de gobierno concretará en los próximos días la incorporación como jefe del cuerpo de seguridad local del exjefe de la Policía Local de Vélez Málaga José Andrés Montoya, que llegará a Marbella en comisión de servicio y ocupará la máxima responsabilidad en el cuerpo de seguridad municipal. De esa manera, en el momento en que se produzca su reincorporación Del Pozo quedará como número dos, según han confirmado las fuentes consultadas por este periódico.

La decisión de admitir la reincorporación del exjefe no se consumará hasta que el tribunal enjuiciador dé inicio a la ejecución de la sentencia del caso Malaya. Sólo en ese momento podrá cerrarse el expediente disciplinario abierto tras la imputación de Del Pozo, cuya resolución estaba pendiente de que hubiera sentencia firme en el caso. Desde que se le abrió el expediente, Del Pozo ha estado suspendido de sus funciones y cobrando solamente la retribución básica.

El exjefe había sido condenado en primera instancia a un año y medio de prisión, inhabilitación especial para empleo o cargo público durante cinco años y multa de 120.000 euros al considerar el tribunal que había recibido dinero de Roca a cambio de mantenerlo al tanto de cualquier investigación de la que fuera objeto, silenciar hechos delictivos de los que tuviera conocimiento y omitir de forma consciente la ejecución de precintos ordenadas por resoluciones judiciales.

Tras los recursos presentados por Del Pozo, el Supremo admitió parcialmente uno de ellos, que hacía referencia al apartado referente a los precintos de obra, lo que dio lugar a la eliminación de la condena de prisión, la reducción a la mitad de la multa y la limitación a dos años de la pena se inhabilitación.

Por el contrario, el Supremo sí considera probado que Roca entregó al entonces jefe de la Policía Local 60.000 euros sin que conste justificación alguna que pudiera explicar esa entrega. Y ello en un marco «de corrupción generalizada vigente en la corporación local y que aquél (Roca) había instaurado».

El alto tribunal también consideró que existen pruebas suficientes acerca de que Del Pozo tenía conocimiento de determinadas actividades ilegales que se estaban desarrollando en el Ayuntamiento.