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Los escolares estrenaron las cinco pistas del nuevo recinto al aire libre. :: josele-lanza
Estreno provisional del Francisco Norte

Estreno provisional del Francisco Norte

Los participantes en los Juegos Escolares utilizan por primera vez las pistas, que no abrirán al público hasta dentro de dos semanas

MÓNICA PÉREZ

Martes, 19 de mayo 2015, 00:36

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Cuando el pasado mes de marzo el futbolista y socio de la empresa propietaria del aparcamiento Francisco Norte, Sergio Ramos, visitaba las instalaciones del 'parking' y de la plaza superior que ha sufragado, expresaba su voluntad de que las pistas sirvieran para crear una cantera de deportistas en la ciudad, no se equivocó. Precisamente escolares participantes en unas jornadas deportivas han sido los primeros en pisar el césped y suelo de caucho de las cinco pistas habilitadas en este nuevo espacio público que se gana para uso ciudadano tras años de litigios y abandono del espacio.

No será hasta la primera quincena de junio cuando abra sus puertas al público en general, que podrá contratar el uso de las pistas con un coste de 3 euros la hora, y 5,5 en horario nocturno con luz. Hasta entonces, se puede hablar de un estreno provisional con el desarrollo de actividades con escolares, jóvenes y mayores, fundamentalmente para dar a la conocer el espacio. Es el plazo que dio ayer a conocer la alcaldesa Ángeles Muñoz, que explico que el complejo deportivo «está prácticamente listo».

La apertura de las instalaciones, de 10.000 metros cuadrados y en pleno centro de la ciudad, se produce tras un largo y complejo proceso jurídico que ha durado un par de décadas y que en su última fase tuvo al Ayuntamiento como principal actor a la hora de reivindicar la titularidad pública de la zona. El resultado es un nuevo aparcamiento y un complejo deportivo que ha tenido un coste cero para las arcas municipales.

Un proceso largo y difícil

El aparcamiento Francisco Norte fue durante años un símbolo de la 'era GIL'. Hasta su compra por la sociedad Gestora Mediterránea de Infraestructuras, actual propietaria, el inmueble ha vivido una convulsa historia que arrancó en el año 1991, cuando la Junta de Andalucía cedió a la ciudad los terrenos donde se había levantado un estudio de fútbol con la obligación de que se mantuviera su uso deportivo. Con Jesús Gil con el bastón de mando, el suelo pasó a manos privadas y fue objeto de sucesivas transferencias en las que se utilizaron sociedades pantalla y donde subyacían proyectos para levantar bloques de pisos. En el año 2004, con Marisol Yagüe como alcaldesa, el Ayuntamiento cedió, en contra del PGOU vigente, la licencia para construir los aparcamientos subterráneos. Un año después el recinto fue vendido por una empresa de Ávila Rojas a la Sociedad Conservera Celta, cuya quiebra dio lugar a que el Banco Pastor y, posteriormente el Banco Popular, se hicieran con la propiedad. Esta última entidad acordó su venta en 2013 a la sociedad vinculada al futbolista merengue no sin antes resolverse en los juzgados las exigencias planteadas por Ávila Rojas, que se negaba a ceder la posesión sin ser compensado por trabajos que había realizado en el recinto antes de venderlo por 18 millones de euros. El juez concluyó que se entregara a la entidad bancaria el pleno dominio y así pudo cerrarse la venta a la actual propietaria.

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