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La Corporación Municipal saliente, ayer, en las escalinatas del Ayuntamiento. :: Josele-Lanza
Último pleno entre emociones y reproches

Último pleno entre emociones y reproches

La Corporación se despide con una sesión descafeinada en la que sobresalieron unos dispares balances de legislatura

MÓNICA PÉREZ

Sábado, 25 de abril 2015, 00:24

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La Corporación municipal del Ayuntamiento de Marbella se despidió ayer con un pleno ordinario -el último antes de las elecciones del 24 de mayo- marcado por los momentos emotivos y el cruce de reproches. Una foto de familia en las escalinatas del Ayuntamiento inmortalizó a los miembros del equipo de gobierno y de los partidos en la oposición del mandato 2011-2015. A la espera de conocer el veredicto de los ciudadanos en las urnas, ya se sabe quiénes no estarán pase lo que pase, y ello dejó durante el pleno más de un momento cargado de emotividad. En el PP, Pablo Moro, Antonio Espada y Alicia Jiménez; en el PSOE, Ricardo López; en IU, el que hasta ahora ha sido el portavoz municipal del grupo, Enrique Monterroso.

En un orden del día descafeinado, y en el que no se incluyó ni una sola propuesta de la oposición, los discursos que los distintos grupos ofrecieron en su turno de ruegos y preguntas sobresalieron por su contundencia. Desde la bancada de la oposición se acusó al equipo de gobierno de haberles impuesto una «mordaza» en los plenos durante cuatro años, rechazando la gran mayoría de sus propuestas que ni siquiera lograron un hueco en el orden del día. Desde el equipo de gobierno se acusó al resto de formaciones de su «acoso y derribo permanente» hacia el Ejecutivo local.

De «legislatura fallida» calificó el edil de IU, Miguel Díaz, los cuatro años de gobierno. «No tenemos un Ayuntamiento ni más justo ni más democrático», lamentó. En un brillante discurso y con la voz quebrada por la emoción, su compañero de filas, Enrique Monterroso, echo mano a la «crítica constructiva» para abogar por el entendimiento y el pacto entre partidos, y reprochó a los populares que ello no haya sido posible en la legislatura. «No se puede dar la mano a quien tiene el puño cerrado», dijo. Pese a todo, reconoció: «no me llevo enemigos sino a gente a la que aprecio». Desde su experiencia como político, profesor y ciudadano aconsejó a la Corporación entrante: sensatez, coraje y sabiduría. Sus palabras recibieron un sonado aplauso del público.

Con mayor dureza se expresó el portavoz de OSP, Rafael Piña, quien aseguró que la «ética y la lealtad» del equipo de gobierno hacia el resto de grupos «no ha existido en ningún momento», y por ello apeló al «sentido común» de los vecinos «para que vuelva la democracia que se ha perdido después de ocho años de los rodillos de las mayorías absolutas».

En la misma línea fue el balance ofrecido por el portavoz socialista José Bernal, quien criticó que tampoco las mociones presentadas por la oposición por la vía de urgencia lograran entrar en el debate. El socialista centró su intervención en el agradecimiento a dos personas que no repiten en las candidaturas. A su compañero de filas, Ricardo López, y especialmente al portavoz de IU, Enrique Monterroso, a quien calificó de «buena persona, buen político, buen profesor y buen padre».

«Acoso y derribo»

Una visión bien distinta del balance de cuatro años de gestión fue la ofrecida por la alcaldesa Ángeles Muñoz, quien recordó el «esfuerzo» realizado por su gobierno para hacer frente a un Ayuntamiento «en quiebra». Se defendió de las críticas afirmando que ahora se anuncian bajadas de puestos «porque es ahora cuando la economía de este Ayuntamiento lo permite, y gracias a la gestión de este equipo». Reprochó a la oposición su «falta de apoyo, ni desde la Junta ni con propuestas constructivas». Y, sobre todo, hizo hincapié en que la legislatura que termina ha sido «durísima, de acoso y derribo permanente» del resto de partidos, «que han estado en contra de todo lo que hemos hecho».

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