Roca guardaba un autobús de la época de la Guerra Civil en una de sus fincas

Entre el inmenso patrimonio que el cerebro de la trama Malaya, Juan Antonio Roca, amasó durante sus años como todopoderoso asesor urbanístico del Ayuntamiento de Marbella se encuentra una joya histórica de la automoción. Se trata de un autobús de línea que data de tiempos de la Guerra Civil y que guardaba en su finca La Loma, situada en el municipio de Los Alcázares (Murcia). Una curiosidad que revela los gustos, en ocasiones excéntricos de Roca, como el cuadro de Miró que colgaba en un cuarto de baño en una de sus casas y que finalmente resultó ser falso.

La Audiencia de Málaga, que gestiona los bienes embargados a Roca, está estudiando qué hacer con el vehículo de color burdeos, que recuerda al famoso autobús de la célebre película Bienvenido Mister Marshall , de matrícula de Murcia MU-6946 y que luce una placa en el frontal superior con el indicativo Valladolises-Marbella. Su estado de conservación es bueno y se baraja ofrecérselo al Ayuntamiento de Marbella, «por si estuviera interesado en exponerlo en algún lugar de la ciudad», indican las fuentes consultadas. Otra posibilidad es la de venderlo a algunas de las empresas que se dedican al alquiler de vehículos de época para rodajes de películas.

Además de la curiosidad del autobús, el tribunal decidirá en los próximos días qué destino dar al resto de los bienes de Roca. Su colección de cuadros no resultaron tan valiosos como en principio se pensó, porque algunas de las pinturas no eran originales sino copias de prestigiosos artistas. La tasación ha fijado a la colección un valor de un millón de euros, lejos de los cuatro millones que inicialmente se estimaron. De momento, está guardada y al parecer no se sacará a la venta. Lo mismo ocurre con la serie de relojes del exasesor urbanístico, que no resultaron ser tantos ni tan valiosos, y las armas, la mayoría escopetas de caza, que aún están por tasar por peritos especialistas.

Las fuentes indicaron que la intención es vender «todo aquello que se pueda» para entregarlo a las arcas del Consistorio marbellí, al que Roca ha pagado solo ocho de los 63 millones de euros a los que fue condenado. Entre ese patrimonio se encuentran un hotel en Almonte (Huelva), un chalé en Mallorca y la inmensa finca murciana de La Loma, valorada en cerca de 30 millones de euros.