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El empresario Tomás Olivo.
El dueño de La Cañada adquiere suelo para un proyecto que prevé un hospital y una universidad

El dueño de La Cañada adquiere suelo para un proyecto que prevé un hospital y una universidad

Los terrenos forman parte del Plan Guadaiza, una reserva autonómica que obliga a desarrollar equipamientos e incluye también uso comercial

Héctor Barbotta

Jueves, 18 de septiembre 2014, 01:50

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El empresario Tomás Olivo, propietario del centro comercial La Cañada, ha adquirido algo menos de medio millón de metros cuadrados de suelo en la zona del Plan Guadaiza, la mayor reserva de terreno con la que cuenta Marbella para la construcción de equipamientos. Olivo ha asegurado a este periódico que su intención es la de construir una universidad y un hospital, para lo que ha abierto negociaciones con empresas punteras del ámbito de la educación y la sanidad privadas. La zona también tiene reserva para desarrollos comerciales, que el propietario de La Cañada tiene intención de aprovechar, así como residenciales que permitirían construir unas 580 viviendas libres y obliga a levantar un mínimo de 870 protegidas.

La operación de adquisición de los terrenos ha tenido lugar durante este verano y ha supuesto una inversión de unos 30 millones de euros. Según ha podido saber este periódico, se desarrolló en dos partes. Primero con la adquisición en subasta de un sector, por la que habría abonado unos diez millones de euros, y posteriormente mediante la negociación directa con otros propietarios, en la que habría invertido el resto.

Mediante estas operaciones, en las que se hizo con la propiedad de 460.000 metros cuadrados, Olivo se ha convertido en el propietario mayoritario del suelo afectado por el Plan Guadaiza, una reserva para equipamientos prevista por la Junta de Andalucía en el Plan de Ordenación Territorial de la Costa del Sol (POTECSO), aprobado en 2006, que convierte al Gobierno andaluz en la administración competente para supervisar el desarrollo de este terreno, que ocupa un total de 968.000 metros cuadrados.

El suelo comprende toda la franja de la margen derecha del río Guadaiza prácticamente desde la autopista Ap-7 hasta la A-7 a la altura de la entrada en el túnel de San Pedro y está considerado uno de los enclaves más privilegiados no solo de Marbella, sino del conjunto de la Costa del Sol, por su condición de suelo llano y estratégicamente comunicado. Este terreno incluye la finca La Caridad, propiedad del exgerente de Urbanismo Juan Antonio Roca, y actualmente bajo administración judicial, que se encuentra fuera de la porción de suelo adquirida por Olivo.

Todo este suelo, que antiguamente incluía también a los Llanos del Potril una zona agrícola que fue desafectada en 2008 por petición de los vecinos ha contado históricamente con protección provincial como suelo agrícola, por lo que pudo quedar al margen de la vorágine constructora de los años del GIL.

Cuando en 2006 el Gobierno andaluz redactó el POTECSO, se decidió que los nuevos tiempos requerían de diferentes usos productivos a los agrícolas, por lo que la zona quedó incluida en el llamado Plan Guadaiza, que reservaba ocho hectáreas para un centro logístico, nueve hectáreas para un parque tecnológico y otras nueve para universidad, además de reserva de suelo para vivienda libre, vivienda protegida, zonas comerciales y 38.000 metros para equipamiento, entre el que se incluía la estación del AVE y un intercambiador junto a la autovía.

En ese documento se destacaba que el entorno del río Guadaiza, con su posición central y estratégica respecto de la franja litoral y del eje de conexión con el interior de la Serranía de Ronda lo convierte «en uno de los espacios más atractivos de la Costa del Sol Occidental para situar las grandes dotaciones territoriales tanto de carácter productovo como equipamientos educativos»

Al año siguiente, la Consejería de Fomento, en una orden firmada por su entonces titular, Concepción Gutiérrez, inició el proceso de expropiación para que los desarrollos se hicieran por iniciativa pública, pero este impulso no pasó del papel y quedó en vía muerta. Poco después estalló la crisis económica.

Mayoritario

Ahora, al haberse convertido en propietario mayoritario, Tomás Olivo tiene la iniciativa para desarrollar el plan especial, un largo proceso con seis etapas administrativas en las que deberá determinarse en qué zona del suelo se desarrolla cada uno de los usos previstos, hasta llegar al plan de urbanización y que al tratarse de un área de oportunidad de reserva autonómica deberá estar supervisada por la Junta de Andalucía. El impulsor del proyecto deberá hacerse cargo de la urbanización de todo el suelo.

En el área municipal de Urbanismo no se ha recibido todavía solicitud alguna para comenzar esta tramitación, y el empresario ha asegurado a este periódico que su intención es comenzar el año que viene. Pero de momento, con la compra Olivo se asegura que el centro comercial La Cañada no tendrá competencia en una de las zonas con mayor potencial de desarrollo de Marbella.

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