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Banderas y Anne Igartiburu se apuntaron ala moda del selfie.
Banderas y su constelación solidaria

Banderas y su constelación solidaria

El actor malagueño consigue atraer a personalidades internacionales para su causa

joaquina dueñas

Domingo, 10 de agosto 2014, 00:34

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Llegó el día. Anoche se celebró una de las citas más esperadas de la temporada, la gala Starlite, que tiene como anfitrión al actor Antonio Banderas. La fecha queda marcada todos los veranos en el calendario como una de las más sonadas del año, tanto por la cantidad de rostros conocidos que acuden, como por la recaudación, con cubiertos que rondan entre los 800 y los 1.000 euros.

Una recaudación que el actor malagueño destina a diferentes fines sociales con el objetivo de «dejar huella en mi tierra», explicó. «Por eso he elegido entidades como la UMA o Cáritas, ya que son las iglesias las que saben lo que pasa en su barrio, las que pueden ayudar a los ancianos a pagar la luz», afirmó el malagueño internacional.

Sin embargo, en esta ocasión, algo era diferente ya que la gran ausente fue Melanie Griffith. Por primera vez, en los cinco años de vida de la Gala Starlite Antonio banderas acudió sin la que ha sido su esposa durante casi dos décadas. Sin embargo, él, procurando alejarse de todo aquello que pueda inmiscuirse en su vida privada, se ha procurado buena compañía. De un lado las dos figuras internacionales galardonadas en esta edición por su labor social, Carlos Slim, el hombre más rico del mundo, que recibe el Premio Humanitario Starlite Gala 2014 y Mia Farrow, que en su caso recibió el Premio Honorífico. Y de otro lado, el incesante goteo de celebridades que copó la alfombra roja, convirtiéndola en una de las más frenéticas, a la par que interesantes.

Uno de los momentos más divertidos vino precisamente de la mano de Farrow, que no dudó en reconocer que Banderas, como buen latin lover, es un «gran besador». Así de contundente fue al definir al actor con el que había tenido que besarse años atrás por exigencias del guión.

Una de las novedades de esta edición vino de la mano de los presentadores, ya que en lugar de los tradicionales Imanol Arias y Anne Igartiburu, fueron Joaquín Prat (su hermana Alejandra también acudió a la gala) y Valeria Mazza. Sin embargo, la presentadora vasca no quiso perderse este encuentro y no dudó en colaborar presentando la primera parte solidaria en la que Antonio Banderas y Mia Farrow firmaron un Ford que se subastó en la cena posterior. Durante esa presentación y firma, Igartiburu y Banderas sucumbieron a la moda de los sefies y tras hacerse uno juntos, se hicieron otro con los numerosos medios gráficos que estaban inmortalizando el momento de fondo.

Tras la firma, Mia Farrow posó ante los medios y quiso agradecer a Banderas la invitación ya que considera que el trabajo que hace el malagueño en Marbella «es uno de los mejores que se hacen en el mundo» y afirmó que «hacen falta compasión y más amor y cuidado en el mundo para que éste sea mejor». El otro homenajeado, Carlos Slim, sin embargo, decidió no hacer ningún tipo de declaración, si bien su anfitrión, Banderas, respondió por él argumentando cómo los números del magnate mexicano le hacen merecedor de títulos, más allá del de más rico del mundo. «Slim es un hombre preocupado por lo que él llama las dos E: empleo y educación. Su número de empleados es incalculable, y nosotros estamos muy orgullosos de tener 60 becados, pero Slim tiene 10.000», explicó.

Aunque fue una noche excepcional de luna llena en la que todos mostraban su mejor sonrisa, a Banderas se le notaba ligeramente serio, lo que podía deberse a sus circunstancias familiares o a una insolación, ya que, tal como él mismo reconoció cuando le preguntaron por su intenso moreno, se había quedado dormido en la hamaca a pleno sol.

Con mensajes de amor y de solidaridad, uno a uno fueron desfilando numerosos rostros famosos, desde toreros con sus mujeres, como Manuel Díaz El Cordobés junto a Virginia Trocone y Enrique Ponce con Paloma Cuevas, las dos de rojo intenso, aunque con estilos bien diferentes, hasta cantantes como los responsables de amenizar la velada: Pasión Vega y Los del Río.

Algunos se mostraron más reservados, y ese fue el caso de la baronesa Thyssen, que tal vez se reservaba para otras ocasiones, ahora que parece que la relación con su hijo y su nuera se ha normalizado.

Causó furor entre los asistentes la actriz Hiba Abouk, ellos admirando su exótica belleza, mientras ellas, la mayoría, quedaron prendadas por su vestido con escote palabra de honor y falda princesa en color turquesa claro, a juego con sus espléndidos ojos. Además, la joven se mostró tímida, lo que no hace más que incrementar su misterio.

Por supuesto, otra de las reinas de la alfombra roja fue la incomparable Ana Obregón, con un vestido blanco con motivos de flores troquelados y fondo en color arena, lució un escote de vértigo, imposible para la mayoría de las mujeres que ella lleva con toda naturalidad. Simpática y dicharachera, posó divertida y recordó las numerosas ocasiones en las que ha tenido oportunidad de trabajar con Banderas. Y con ellos también, Fiona Ferrer, Víctor Puerto, los cantantes Ana Torroja, Antonio Carmona, Gisela y Roko, las modelos Helen Lindes, María Pineda, Marisa Jara o Raquel Revueltas, o los televisivos Hombre de negro en representación de Juegaterapia, a favor de los niños enfermos de cáncer o la encantadora Lara Dibildos.

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