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Vinilos en una tienda de discos, en una imagen de archivo.
San Vinilo, el día de las tiendas de discos
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San Vinilo, el día de las tiendas de discos

Txema Martín

Sábado, 16 de abril 2016, 10:19

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Hoy, como cada tercer sábado de abril desde 2007, se celebra en todo el mundo el Record Store Day (RSD, o Día de las Tiendas de Discos), una jornada especial para que los amantes de la música puedan comprar ediciones limitadas de vinilos de todos los estilos, asistir a conciertos especiales y apoyar al escuálido sector de las tiendas de discos. Analizado internacionalmente como un caso de éxito, en el RSD la venta de vinilos aumenta un 2000%. Es el día del año en el que más discos se venden, incluso más que en Navidad, y en Estados Unidos su celebración supone un auténtico fenómeno musical.

Hoy salen a la venta más de 500 ediciones limitadas, que se reparten por las tiendas de discos de todo el mundo, según las peticiones. Habrá ediciones especiales de Bryan Ferry, Elvis Presley, Bowie o Frank Zappa. Entre los españoles, Héroes del Silencio, Iván Ferreiro o Derribos Arias. Para participar en esta jornada se exigen requisitos como que al menos el 50% de los productos de la tienda sean discos, que la tienda no cotice en bolsa (tranquilidad: ninguna en España) y que no se dediquen exclusivamente a artículos de segunda mano. En ciudades como Madrid, Barcelona o Bilbao hay una nutrida programación de conciertos en los locales participantes. En toda España participan setenta tiendas. En Málaga, sólo una. Lo de siempre: la oferta museística para turistas prospera mientras el tejido cultural de la ciudad se destruye o desaparece, pero ese es otro tema. La única participante malagueña en esta fiesta es Sleazy Records (C/ Dos Aceras, 14), una pequeña compañía discográfica que abrió su sede en Málaga en 2005 y donde venden, además del material propio, discos de otras compañías especializadas en Rockabilly, Rhythm & Blues y música de los 50.

Especulación musical

Del RDS se dice que es también una herramienta para la especulación, ya que algunos desalmados acuden a las tiendas a comprar discos únicamente para ponerlos a la venta pasados algunos años a precios desorbitados. The Vinyl Factory, una web con tienda y sede en Nueva York, puso a la venta un vinilo de Boards of Canada por 4.500 dólares. En España, una asociación sin ánimo de lucro se dedica a gestionar el RSD, pero en EEUU la actitud de las grandes discográficas está siendo criticada. Les acusan de haber fagocitado la fiesta como instrumento de marketing. En realidad, es lo mismo que hacen las pequeñas, pero a gran escala.

Otro problema: las máquinas que fabrican los vinilos son antiguas y la industria ha dejado de fabricar más, así que los lanzamientos en este formato sufren meses de retraso respecto a su salida en otros soportes. Muchos meses han tenido que esperar los fans de Bowie para obtener su copia, previamente reservada, del vinilo de su último trabajo, Blackstar. Las pocas fábricas de vinilos que hay en Europa están secuestradas por las multinacionales, y el RSD no ayuda en absoluto a descongestionar la producción; más bien todo lo contrario, así que, como todo fenómeno, ya hay organizado en todo el mundo una versión anti en la que las tiendas sólo venderán discos de artistas locales. La entidad que lo organiza critica también que se intenten poner trabas a «uno de los eventos promocionales más exitosos de las últimas dos décadas».

El vinilo sigue creciendo

Con el contenido musical al alcance de cualquiera, los discos de vinilo son los únicos soportes físicos cuyas ventas aumentan cada año. Sus ventas han aumentado un 500% en los últimos tres ejercicios. Solo en España, en 2015 se vendieron 1.100.000 vinilos (casi el doble que el año anterior, que fueron 600.000 unidades). Además, los tops de venta en vinilos no coinciden con las escuchas digitales y son mucho más complacientes que la música editada en otros soportes: Sufjan Stevens vende casi tantos discos como Taylor Swift, en una lista, la de los vinilos más vendidos en EEUU, donde también están Artic Monkeys, Miles Davis o Pink Floyd, un grupo que solamente debería poder escucharse en este soporte. En el Reino Unido, los más vendidos en la última década son de Bowie y de The Beatles. Más allá del poder de la nostalgia, el vinilo puede ser una romántica redención para la industria musical.

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