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Requisitos para activar el código ictus y las pruebas a realizar a los enfermos

Requisitos para activar el código ictus y las pruebas a realizar a los enfermos

Los síntomas que inducen a la activación son sufrir una desviación de la comisura de la boca, la falta de fuerza en un lado del cuerpo, hablar de forma anormal o no poder hacerlo

Ángel Escalera

Málaga

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Jueves, 18 de enero 2018, 02:18

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Los hospitales activan el llamado código ictus cuando hay sospechas fundadas de que un paciente sufre un accidente cerebrovascular (ACV). Médicos de urgencias del SAS consultados ayer por este periódico indicaron que cuando en el triaje (clasificación) para determinar el grado de gravedad, un profesional de enfermería considera que el paciente puede estar afectado por un ictus lo pone en conocimiento de los médicos. A continuación, se avisa al neurólogo y al radiólogo que están de guardia para que hagan una valoración y se procede a la realización de un TAC de cráneo. Como pruebas complementarias se suelen efectuar una analítica de tiempo de coagulación, un electrocardiograma y una radiografía de tórax. Mientras que se obtienen los resultados, el enfermo aguarda en el área de observación de urgencias.

Los síntomas que inducen a la activación del código ictus son sufrir una desviación de la comisura de la boca, la falta de fuerza en un lado del cuerpo o en un brazo o una pierna, hablar de forma anormal o no poder hacerlo. Todo eso se conoce como focalidad neurológica, explicaron fuentes médicas.

Cuando un enfermo acude solo a las urgencias, el personal del servicio de admisión le pregunta si quiere que desde el hospital se avise a su familia. Y así se hace si el paciente da un número telefónico de contacto.

En cuanto a la vigilancia de los usuarios mientras esperan el resultado de las pruebas, tanto médicos del Hospital Regional Carlos Haya como del Clínico Universitario señalaron que de esa labor se encargan enfermeros, auxiliares y celadores. En el caso del Clínico, desde hace unos días, acuden voluntarios para acompañar a pacientes que no tienen familia o que están solos.

Hay dos tipos de accidente cerebrovascular: el isquémico y el hemorrágico. El isquémico se produce cuando se tapona la arteria afectada, lo que impide que la sangre alcance una zona del cerebro. Cuando esto ocurre, ni oxígeno ni nutrientes llegan y las células sufren una lesión. Es lo que se conoce como isquemia cerebral.

El ictus hemorrágico lo provoca la rotura de una arteria, que puede ser intracerebral (de dentro del cerebro) o de la superficie del cerebro (cerca de las capas que lo envuelven, las meninges). En el primer caso, la causa suele estar asociada a la hipertensión en la arteria (que se rompe y produce la hemorragia intracerebral) o por malformaciones en los vasos. En el segundo es más frecuente que la causa sea un traumatismo craneal (un golpe o una caída) o una dilatación de la arteria (aneurisma).

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