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El diésel pierde pie en beneficio de la gasolina por el miedo a penalizaciones y los casos de fraude

En 2017, por primera vez en décadas, el gasóleo perdió el liderazgo en la matriculación de vehículos, mientras los híbridos siguen su progresivo avance

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Sábado, 21 de abril 2018, 01:23

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El diésel ya no ocupa el escalón más alto del podio en el mercado automovilístico español. El llamado 'dieselgate' de Volkswagen y la decidida intención de los ayuntamientos de Madrid y Barcelona de restringir el tráfico a los coches más contaminantes está provocando, junto a otros factores, un cambio masivo en las decisiones de compra de los consumidores. Después de décadas dominando las matriculaciones, los vehículos movidos por gasóleo pierden pie en favor de los de gasolina. En 2017, por primera vez desde, como mínimo, los años 90, las ventas de estos últimos superaron a los de diésel, tanto a nivel nacional como en la provincia de Málaga. Y es una tendencia que se está acelerando, según confirma Carlos Oliva, presidente de AMA-Asomauto, la Asociación de Concesionarios y Talleres de Automóviles (coches y Motos de Málaga).

Según las estadísticas publicadas por la Dirección General de Tráfico, de los 58.010 vehículos matriculados el año pasado en Málaga (incluyendo no sólo turismos, sino camiones, furgonetas o motos, entre otros), 30.025 se mueven con gasolina (el 51,8%) y 27.024, con 'gasoil' (el 46,6%). En el año anterior, 2016, todavía ganaba el diésel, con un 49,7% de ventas frente al 49% de su competidor. En enero y febrero año, contando sólo los turismos, la gasolina ha supuesto el 51,7% y el 56,4% de las ventas totales en España (no hay datos provinciales de estos meses).

«Durante muchos años, la venta de vehículos diésel ha superado a los de gasolina. Pero esta tendencia se ha invertido en 2017 y esperamos que en 2018 se acentúe cada vez más la caída del gasóleo», apunta Oliva. De hecho, la patronal de concesionarios espera que las matriculaciones ligadas a este tipo de combustible caigan un 8% este año.

El cambio de tendencia empezó en 2012, pero el 'dieselgate' y otros escándalos han contribuido a acelerarlo

El declive del diésel está ligado, en parte, a la mala reputación que ha adquirido por escándalos como el de Volkswagen, que instaló un 'software' para trucar la medición de emisiones en más de 11 millones de vehículos, o como el más reciente ligado a varios fabricantes alemanes acusados de financiar experimentos en seres humanos sobre los efectos de los gases de motores diésel. En el fondo de estas polémicas está el mismo problema: la creciente preocupación de las autoridades europeas por combatir la contaminación atmosférica provocada por los automóviles.

No sólo la UE tiene en su punto de mira los coches diésel. También ayuntamientos como los de Madrid o Barcelona, que estudian restringir el tráfico a los vehículos más contaminantes y ya han pedido al Gobierno que suprima los incentivos fiscales de este combustible. «Son noticias que el consumidor va interiorizando y al final, pesan en su decisión de compra», apunta Oliva. A esto se suma el hecho de que los coches de gasolina se han hecho mucho más eficientes en lo que se refiere a consumo, así como que los precios de uno y otro combustible se han ido acercando con los años. De hecho, la patronal de los fabricantes de automóviles, Anfac, considera que el cambio de tendencia empezó en 2012, mucho antes de que estallara el 'dieselgate' (2015).

El declive del diésel no es solo característico del mercado español, sino de toda Europa. En 2014, el 54% de los vehículos vendidos en el Viejo Continente eran de esta tipología, frente al 42,3% de los del combustible de competencia. Pero en 2016 los porcentajes cambiaron al 49% en el primer caso y hasta cerca del 46% en el segundo. En 2017 el motor gasóleo registró la cuota de mercado más baja de los últimos 10 años, un 43,7%, mientras que el de gasolina superó el 50%.

Compra irracional

El presidente de AMA reconoce que durante muchos años, el gasóleo ha sido «una especie de moda», ya que muchos compradores «venían con la idea fija de comprarse un coche diésel, por mucho que en el concesionario le recomendáramos que para su patrón de uso era mejor la gasolina». Ahora, añade, los vendedores empiezan a presenciar el caso contrario: clientes que descartan desde primera hora adquirir un coche movido por gasóleo por miedo a que en el futuro no les dejen acceder al centro de la ciudad o a que suban los impuestos ligados a este combustible.

Lo que recomiendan los profesionales del sector es no dejarse llevar por ideas preconcebidas y analizar con realismo los hábitos de conducción para elegir el tipo de vehículo más idóneo. Así, a los conductores que hacen muchos kilómetros al año y se mueven por carretera les sigue mereciendo más la pena apostar por el motor de gasóleo, mientras que a los que no recorren más de 20.000 kilómetros al año y tienen una conducción mixta entre carretera y ciudad les compensa más la gasolina. Carlos Oliva recuerda que si se utilizan poco, los automóviles con motor diésel pueden sufrir problemas mecánicos.

No hay que olvidar la tercera vía, que cada vez gana más adeptos: los coches híbridos, que duplicaron ventas el año pasado en Málaga hasta alcanzar las 1.690 matriculaciones. Para los conductores que se mueven de forma intensiva por ciudad son la mejor opción: no hay más que ver la cantidad de taxistas que se han subido al carro híbrido. «Se prevé que para 2025, las ventas se repartan de forma equilibrada entre las tres mecánicas: diésel, gasolina e híbridos; y que para 2030 los híbridos ya dominen el mercado», apunta Carlos Oliva.

Los que no acaban de arrancar son los coches 100% eléctricos: el año pasado se vendieron solamente 101 en la provincia. Solo durante este mes de enero de 2018 se han vendido 156 vehículos híbridos.

Desde la patronal recomiendan, en definitiva, ir al concesionario con la mente abierta y dejarse asesorar: «En función de su perfil de uso, del kilometraje que va a hacer, del tipo de circuito que frecuenta... le podemos recomendar cuál es el coche que más le interesa. No siempre es buena idea hacer caso de lo que dice el vecino», apunta el presidente de AMA.

¿Qué coche me compro?

  • Diésel. Son más caros que los modelos equivalentes de gasolina y su mantenimiento también es más costoso, pero los conductores que recorren más de 20.000 kilómetros al año y se mueven mucho por carretera pueden ver compensado ese sobrecoste con el ahorro en combustible que suponen. Eso sí, son los más contaminantes

  • Gasolina. Este tipo de motor es el más recomendado si se hace un uso limitado del coche (menos de 20.000 kilómetros anuales) y se alterna entre ciudad y carretera. Son coches más económicos y han reducido mucho su consumo en los últimos años

  • Híbridos. Si se conduce de forma intensiva por ciudad es la opción que acaba saliendo más económica, aunque de partida el coste de estos automóviles sea superior a los convencionales

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