Borrar
Bernabé Fernández, escalando la ruta Chilam Balam en septiembre de 2003.
Málaga, en el ‘top-ten’ de las rutas de escalada más difíciles del mundo

Málaga, en el ‘top-ten’ de las rutas de escalada más difíciles del mundo

La provincia contó durante ocho años, entre 2003 y 2011, con la de mayor complejidad, la Chilam Balam, en Villanueva del Rosario, que únicamente cinco escaladores han conseguido completar

Eugenio Cabezas

Sábado, 25 de marzo 2017, 00:47

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Por su accidentada y variada orografía, con grandes cadenas montañosas muy próximas al mar, la provincia de Málaga es un auténtico paraíso para los aficionados a la escalada, pues dispone de más de 5.000 vías equipadas en distintas zonas naturales y de dificultades muy diversas. De todas estas, la Chilam Balam está entre las diez más duras del planeta. El dios jaguar en la cultura azteca, es el nombre con el que se le ocurrió bautizar al escalador malagueño Bernabé Fernández a esta ruta de 82 metros de longitud, por una pared de piedra totalmente vertical, situada en una zona de cuevas calizas de Villanueva del Rosario.

Después de cuatro años de trabajos para equipar el recorrido, en septiembre de 2003 Fernández consiguió completarla, convirtiéndose así en el primer escalador del mundo que otorgaba la categoría 9b+ a una ruta de escalada al aire libre. Durante ocho años ningún otro deportista consiguió completarla, hasta que en abril de 2011 el checo Adam Ondra lo hizo, rebajando el nivel a 9b.

Posteriormente, únicamente otros tres escaladores, el francés Seb Bouin, y los españoles Daniel Andrada y Edu Marín, han conseguido completarla con éxito. Varias decenas más lo han intentado en estos últimos años, sin alcanzarla. La imponente pared de piedra situada muy cerca del municipio malagueño donde nace el río Guadalhorce cuenta con otro más de medio centenar de rutas de escalada, todas ellas de alta dificultad (por encima del grado 8), y la mayoría equipadas y señalizadas por Bernabé Fernández, quien en 1991 llegó ser octavo clasificado en el Campeonato del Mundo de esta disciplina deportiva.

Sin embargo, cuando consiguió completar la Chilam Balam decidió retirarse de la primera línea de la escalada de competición. Desde hace dos años cuenta con un centro de formación y tienda especializada en el polígono industrial Santa Bárbara. La competición me jugaba malas pasadas, me ponía muy nervioso, rememora Fernández, quien a sus 43 años sigue formando a jóvenes promesas de la escalada, un deporte que vive un auténtico boom, pues será olímpico en Tokio 2020.

Actualmente, la ruta más complicada del mundo está en la localidad leridana de Oliana, en Cataluña, la Dura, dura, catalogada de 9b+ por Ondra, quien consiguió completarla por primera vez en febrero de 2013 y un mes más tarde fue realizada con éxito también por el estadounidense Chris Sharma. Las otras rutas de extrema dificultad en el mundo conocidas y señalizadas se sitúan, en su gran mayoría, en España, aunque también hay en EE UU y Francia. Según la revista 'Desnivel', referente del sector, en nuestro país están 11 de las 16 vías de escalada más duras del mundo, por encima del 9b.

La escalada deportiva busca la máxima dificultad de movimientos por lo que requiere, por parte del escalador, una intensa preparación previa. Sobre el terreno natural se abren unas vías que marcan el camino de la ascensión. Para abrir una vía el aperturista recorre el camino por primera vez, preparándolo con productos especiales y asegurándolo, normalmente desde la zona alta hacia abajo. Una vez finalizado este trabajo el escalador ha de superarla, entonces la vía queda encadenada y el deportista le asigna un nivel de dificultad. En la escalada, la dificultad de una vía, en una escala de 1 a 9, se marca por la combinación de varios factores: la inclinación de la pared, el tamaño y forma de los agarres, la distancia entre ellos, los puntos de reposo y el número total de movimientos.

La escalada vive un momento muy bueno, hay muchos patrocinadores, y la gente está cada vez más interesada en este deporte, que exige muchos sacrificios, considera Bernabé Fernández, quien sus años como escalador profesional los compaginó con un puesto de trabajo en la sección de montaña de El Corte Inglés. Lo hacía por amor al arte, en mi época era muy diferente, no se podía vivir solo de la escalada, añade. Los años mejores son desde los 18 hasta los 30, a partir de ahí es raro el que no sufre lesiones graves, aunque hay gente que sigue escalando en alta dificultad hasta los 35, apostilla. Según él, Málaga debería seguir apostando fuerte por la escalada deportiva, promocionándose como destino de este tipo de turismo deportivo.

Aunque admite que es un deporte de riesgo, este laureado escalador malagueño entiende que "con las precauciones necesarias y el asesoramiento de profesionales expertos", la escalada no tiene porqué entrañar peligros. No obstante, reconoce que cada vez que se produce una tragedia en esta práctica, nos hace mucho daño, comenta. Sobre los precios y el coste del material, Fernández advierte de que son muy variables, pero que para iniciarse en esta práctica deportiva "no es preciso hacer grandes desembolsos".

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios