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Vista del polígono industrial Guadalhorce, con el cauce del río en primer término.
Málaga, incapaz de absorber la creciente demanda de suelo industrial

Málaga, incapaz de absorber la creciente demanda de suelo industrial

La escasez de parcelas y la huella de inundabilidad lastran el desarrollo de zonas empresariales pese al fuerte interés de empresas por posicionarse en la ciudad o ampliar sus instalaciones

J. J. Buiza

Lunes, 27 de febrero 2017, 00:18

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Es una carencia que la crisis disimuló, pero que los signos de recuperación en el mercado inmobiliario han vuelto a dejar al descubierto. El incremento de la demanda ha puesto sobre la mesa la carencia de suelo industrial en Málaga, donde los polígonos están a tope y las naves libres se pagan a precio de oro.

«Demanda hay, lo que ocurre es que no hay suelo de acuerdo a las necesidades de los clientes», apunta Rafael Pérez, de la inmobilaria Minza, que tiene entre sus especialidades el industrial y logístico. «O solucionamos este tema y se busca suelo o va a ser muy difícil que vengan grandes inversiones a Málaga», alerta Sergio Cuberos, presidente de Apoma (Asociación de Polígonos y Parques Industriales y Comerciales de Málaga), quien también constata un renovado interés de las empresas por implantarse en la capital.

El pesimismo de estos agentes contrasta con las cifras dadas conocer hace pocos días con motivo de la firma en Málaga del llamado Pacto por la Industria, rubricado por Junta de Andalucía, la Confederación de Empresarios (CEM) y los sindicatos Comisiones Obreras y UGT. Este plan autonómico se ha anunciado con la intención de movilizar 8.000 millones de euros en Andalucía y pasar de 23.000 a más de 50.000 trabajadores en el sector en la provincia, hasta recuperar los niveles previos a la crisis.

«Estamos preparados para situarnos en la vanguardia, con los ingredientes para ser el polo industrial más potente del sur de Europa», proclamó el delegado del Gobierno andaluz José Luis Ruiz Espejo, que avanzó una serie de instrumentos financieros e incentivos para generar una industria fuerte, competitiva y sostenible.

Sin embargo, los empresarios siguen esperando que las administraciones digan cómo piensan solventar la escasez de suelo, un problema que ahora se ha visto agravado por la huella de inundabilidad trazada por la Junta en buena parte de los polígonos de la capital cercanos al río Guadalhorce. «En elPGOU hay dibujadas grandes parcelas desde Mercamálaga hacia Cártama, pero también toda esa zona se ha declarado como inundable», advierte Sergio Cuberos, para quien los grandes pactos en torno al sector son muy positivos, pero no servirán de nada si no se soluciona este tema.

Los mapas de inundabilidad han supuesto además un freno dentro de polígonos ya consolidados.Según Apoma, de los cerca de 10 millones de metros cuadrados que suman los diferentes polígonos de la ciudad, hay 8 millones afectados, donde Urbanismo pone pegas para otorgar licencias de obras o para el cambio de actividad.

«Si hay un suelo disponible, pero le pilla la huella de inundabilidad ya se crea una duda en el posible cliente. Eso está haciendo que se retraigan los compradores y busquen en otras zonas», señala Rafael Pérez, de Minza, que comenta en este sentido que los casos más habituales dentro de la nueva demanda son los de empresas que buscan naves ya terminadas, directamente para iniciar su actividad. El presidente de Apoma asegura que ha habido inversores que han tenido que desistir, como Saica, la compañía especializada en el ciclo integral de papel y cartón y no pudo encontrar un espacio donde poner en marcha una planta de reciclaje.

«Maskom también han estado buscando naves de entre 30.000 y 40.000 metros, pero es que no las hay», afirma. Actualmente, Málaga cuenta con 4.736 empresas del ramo industrial, el 92,7% manufactureras y con un total de 22.329 empleados. La situación ha derivado en que, en la capital y en la zona metropolitana, el precio del suelo industrial esté por las nubes, «el más alto de Andalucía», segúnSergio Cuberos: «Tienes que empezar a contar desde 200 euros por metro cuadrado, mientras que en Sevilla puedes encontrar naves en polígonos por 30 euros el metro».

Precios por las nubes

Desde Minza, aclaran que en polígonos ya consolidados el precio puede incluso superar los 300 euros por metro cuadrado. Las circunstancias en la Costa del Sol tampoco son mucho mejores. «En Marbella no hay parcelas a un precio aceptable para que las empresas compren y construyan sus naves a un coste que les sea rentable», explica Pérez.

Las asociaciones empresariales recalcan que urge buscar soluciones para atender a las nuevas necesidades del mercado. El aumento del interés es un hecho, sobre todo al hilo de la buena marcha del turismo y la hostelería. Desde Apoma, citan los canales de suministro de la restauración, los talleres de automóviles y las TIC como los más dinámicos. «El 35% de nuestros parques empresariales ya están ocupados por empresas tecnológicas», afirma Cuberos, cuya asociación representa a unos 3.400 negocios.

El concepto clásico de los polígonos también ha cambiado. Son cada vez más las naves que, aunque estén enfocadas principalmente a la venta a mayoristas, ofrecen sus productos directamente a particulares. Salir de compras por los polígonos de Málaga, donde es fácil encontrar más variedad y precios bajos, es una costumbre cada vez más extendida, lo que ha ampliado el abanico de posibles usos de las edificaciones.

Ante la ausencia de nuevas promociones industriales, son varias las operaciones que pasan por el aprovechamiento de instalaciones ya abandonadas. Es el caso de la firma malagueña Distribuciones Luna, que se dedica a la comercialización de muebles de jardín y menaje para el hogar y que ha llegado a un acuerdo para hacerse con los 9.000 metros cuadrados de Pernod Ricard, la antigua fábrica de Larios en el corazón del polígono Guadalhorce.

Muy avanzadas están ya las obras de la nueva fábrica de Cervezas Victoria, en el polígono Azucarera. La emblemática marca malagueña vuelve a casa de la mano del Grupo Damm, que va a trasladar su producción desde Murcia hasta el solar donde hasta hace unos años operara el establecimiento de automoción Aurgi, y que antiguamente fue ocupado también por una envasadora de otra marca cervecera: Skol.

También en el polígono Guadalhorce, Aceites Málaga ultima su mudanza a la antigua plataforma logística de Supersol, desde donde pretende lanzar nuevos aceites de nuez, aguacate o uva, que se sumarán los de oliva, girasol y semillas. Más lento marcha el proyecto de Mayoral para implantarse en las antiguas naves de Intelhorce, que ha estado tres años inmerso en los trámites urbanísticos.

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