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El detenido entrenó a las categorías inferiores de varios clubes de la provincia.
Un entrenador malagueño con 20 años de experiencia en el fútbol base ingresa en prisión por abusos

Un entrenador malagueño con 20 años de experiencia en el fútbol base ingresa en prisión por abusos

La policía lo detuvo por supuestos tocamientos a un menor e intercambiar imágenes sexuales con otros cinco adolescentes a través de WhatsApp

Juan Cano

Sábado, 17 de diciembre 2016, 00:20

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Nuevo escándalo por un supuesto caso de abusos sexuales en el fútbol base. Un conocido entrenador malagueño, con más de 20 años de experiencia en las categorías inferiores, ha sido detenido por presuntos tocamientos a un menor que jugaba en uno de los equipos que dirigió durante su carrera deportiva. También se le investiga por, supuestamente, contactar con otros cinco adolescentes a través de redes sociales para intercambiar imágenes de contenido sexual. La titular del Juzgado de Instrucción número 9 de la capital ha decretado su ingreso en prisión de manera provisional.

Aunque los hechos sucedieron hace tiempo, la denuncia que ha propiciado la investigación policial se presentó hace apenas un mes. A finales de noviembre, los padres de un joven se presentaron en las dependencias de la Comisaría Provincial al descubrir que su hijo podía haber sufrido abusos sexuales de un hombre que había sido su entrenador en un equipo de fútbol de Málaga.

Los progenitores fueron recibidos en el despacho del Grupo de Menores (Grume) de la Policía Nacional, donde informaron a los agentes de sus sospechas. Según ha podido saber SUR, los supuestos tocamientos se habían producido en el pasado, hace ya algunos años, aunque, al parecer, el sospechoso habría vuelto a contactar recientemente con su hijo.

Al indagar en los hechos relatados en la denuncia, los investigadores encontraron «indicios» de esos supuestos abusos sexuales por parte del monitor al que fue su alumno durante los viajes del equipo por diferentes localidades con motivo de los partidos de fútbol que el club disputaba, según informó ayer la Comisaría Provincial, donde destacaron que el detenido se habría aprovechado de su «situación de superioridad» para cometer los presuntos tocamientos.

Los agentes del Grume se centraron en el perfil del denunciado y en su currículum deportivo. El investigado, J. C. C. F., natural de Málaga y de 44 años, casado y con hijos, se gana la vida como camionero, aunque es un gran aficionado al fútbol como da cuenta en las múltiples fotos que cuelga en redes sociales, algunas con conocidos técnicos que han pasado por la Primera División española que a finales de los ochenta dio el salto de la grada a los banquillos.

Currículum deportivo

El sospechoso ha pasado por numerosos clubes de la provincia, casi siempre en las categorías inferiores, como la Olímpica Victoriana, el Puerto Malagueño, el Rincón de la Victoria o incluso el Málaga, donde estuvo entre los años 2012 y 2014, aproximadamente. En el conjunto blanquiazul empezó como segundo entrenador de los alevines para, después, pasar a ser primer técnico de los cadetes y, posteriormente, del juvenil. Luego volvió al cadete, aunque solo fue por poco tiempo, ya que el club prescindió de sus servicios.

J. C. C. F., que es técnico deportivo superior y entrenador de fútbol de III nivel, lo que le faculta para trabajar con equipos de todas las categorías nacionales e internacionales, llegó a dirigir al Antequera en Tercera División, aunque fue destituido al poco tiempo. Actualmente, era el encargado del material en un conjunto de Alhaurín de la Torre. Pese a que en estos momentos ya no se sentaba en los banquillos, seguía siendo muy conocido y tenía muchos amigos en el mundo del fútbol, donde, según las fuentes, estaba considerado un buen entrenador. Al menos, en lo deportivo.

Pero a medida que los investigadores escarbaban en su currículum profesional, su reputación extradeportiva caía en picado por unos «insistentes rumores» que lo acompañaron por algunos de los clubes por los que pasó y que empezaban a ser un secreto a voces en el entorno de los terrenos de juego que pisaba. Los policías decidieron entonces ampliar la investigación y, hasta el momento, ya han localizado a cinco posibles víctimas todas están en la franja de los 11 a los 17 años del presunto pederasta. Según las pesquisas, el sospechoso habría contactado con estos menores a través de WhatsApp conservaba todos sus teléfonos al haber sido su técnico donde, al parecer, siempre derivaba sus conversaciones hacia el terreno sexual. La policía informó ayer de que, supuestamente, llegó a intercambiar imágenes íntimas con ellos.

Los investigadores están convencidos de que los menores habrían accedido a sus pretensiones por temor a que, si tomaban la decisión de negarse, repercutiera negativamente en sus carreras futbolísticas y los dejaran sentados en el banquillo. Y que guardaron silencio por una mezcla de miedo y vergüenza.

Con todos los indicios recabados, los policías del Grume, que está especializado en este tipo de casos, detuvieron a J. C. C. F. por los presuntos delitos de abusos sexuales y corrupción de menores. Al parecer, en el juzgado, el sospechoso acabó derrumbándose y admitió que tenía un problema. La magistrada ordenó un registro en su vivienda, donde los agentes intervinieron dos ordenadores portátiles y varios dispositivos electrónicos de almacenamiento que aún no han sido analizados.

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