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Las farmacias malagueñas continúan desabastecidas de vacunas contra la meningitis B

Las farmacias malagueñas continúan desabastecidas de vacunas contra la meningitis B

La producción del laboratorio, que espera que la situación se normalice en junio, es insuficiente para atender la demanda actual

Ángel Escalera

Jueves, 26 de mayo 2016, 00:31

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Muchos padres siguen a la espera de poder comprar en Málaga la vacuna contra la meningitis B, que se comercializa bajo el nombre de besxero. El problema es que las farmacias reciben a cuentagotas las dosis, lo que supone que el desabastecimiento se mantiene desde que el Ministerio de Sanidad autorizó la venta libre de ese producto en las boticas desde el pasado 1 de octubre. Los meses han ido sucediendo y la llegada de ese medicamento biológico a las farmacias no se ha regularizado. La demanda es muy superior a la oferta. El laboratorio que fabrica la vacuna ha dado ya varias fechas acerca de la normalización de la situación, pero esta aún no se ha producido. El último plazo marcado es junio, cuando se confía en que el laboratorio haya ajustado ya la oferta a la demanda.

Fuentes de la cooperativa farmacéutica Cofaran indicaron a SUR que reciben mensualmente unas 1.200 vacunas contra el meningococo B. Cada diez días le llegan unas 400 dosis, que reparte de «forma equitativa y solidaria» entre las 850 farmacias que hay en la provincia de Málaga. «Con los pedidos que nos sirven no hay para cubrir las solicitudes que nos hacen las farmacias. En estos momentos hay de 500 a 600 turnos de peticiones que siguen sin poder servirse a la boticas, dijeron desde Cofaran.

Previsiones del laboratorio

Recalcaron que con las dosis que reciben no es posible atender a todas las farmacias malagueñas, hecho que provoca que «siga habiendo un desabastecimiento parcial», subrayaron las fuentes de Cofaran, que esperan que en junio esté solucionado el problema. «Confiemos en que esta vez las previsiones del laboratorios sean correctas», precisaron. Mientras tanto, los padres tendrán que seguir a la espera de que el suministro se regularice y haya vacunas en las farmacias para todo el que desee comprarlas tras ser recetadas por un pediatra.

Cada dosis cuesta 106,15 euros. La función de esta vacuna es inocular a los niños contra la meningitis y la sepsis que causa el meningococo B, explicó a este periódico el presidente del comité científico de la Asociación Española de Pediatría, Antonio Jurado. Aunque es una enfermedad poco frecuente, su gravedad es extraordinaria, con una mortalidad muy elevada y que deja secuelas severas a los que salvan la vida. A los niños menores de seis meses hay que ponerles cuatro dosis, una menos se inocula a los pequeños que tienen entre seis meses y dos años. Esta vacuna también se aconseja a los niños de más de dos años y a los adultos (dos dosis).

Este experto en pediatría lanzó un mensaje de sosiego a las familias que están aguardando poder comprar el Bexsero. «La población puede esta tranquila. La meningitis B es una enfermedad poco frecuente. Además, estamos en una época en que llega el calor; las probabilidades de aparezca el meningococo B son más raras, ya que los casos suelen darse en los meses de frío», precisó el doctor Jurado.

Respecto a por qué faltan vacunas contra el meningococo B, el presidente del comité científico de la Asociación Española de Pediatría significó que las vacunas son productos biológicos perecederos extremadamente caros, lo que implica que los laboratorios no dispongan de un retén de dosis. El sistema que siguen es fabricar las vacunes en función de las peticiones o encargos que reciben y esa elaboración requiere de un tiempo.

La vacuna contra el meningococo B, aunque está recomendada por la Sociedad Española de Pediatría, no forma parte del calendario vacunal andaluz, por lo que las familias deben pagarlas .

Por otro lado, en referencia a la vacuna de la varicela, fuentes de Cofaran indicaron que se puede adquirir sin ningún tipo de problemas en las farmacias, ya que hay dosis suficientes. En cuanto a la vacunación contra la tosferina tanto a embarazadas como a los niños, las dosis se ponen directamente en los centros sanitarios, sin que las vacunas lleguen a las farmacias. En tanto que se logra un aumento de la producción, a las embarazadas se les aplica la dosis de recuerdo que les correspondería a los niños a los seis años.

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