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AGUSTÍN PELÁEZ
Sábado, 7 de mayo 2016, 00:33
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«No se sabe muy bien por qué, pero en los años 80 Bodegas Antigua Casa de Guardia dejó de proveer a la Catedral, aún cuando desde mediados del siglo pasado estábamos homologados para ello. Ahora, más de tres décadas después hemos vuelto a convertirnos en proveedores de vino para consagrar de la Santa Iglesia Catedral de Málaga». Así lo asegura el gerente de la que está considera la bodega más antigua de Málaga -este año cumple 176 años-, Cayetano Garijo, que gracias a la mediación de la Hermandad de Viñeros y después de reunirse con el deán de la Catedral, Alfonso Fernández-Casamayor Palacios, y el sacerdote José León, ha logrado que Antigua Casa de Guardia vuelva a convertirse en proveedor de la basílica. De hecho, Garijo entregó este jueves un barril de 64 litros de su vino Pajarete, un dulce natural de Pedro Ximén, para su uso en los oficios religiosos.
«Para nosotros es un orgullo volver a suministrar el vino para consagrar. Estamos encantados de ser uno de sus proveedores. No sabemos por qué se dejo de hacer, pero lo hemos reanudado porque queremos seguir con la tradición», explica Garijo, cuarta generación de la empresa familiar que gestiona la bodega.
Según el gerente, antiguamente se suministraba a la Catedral un vino específico, sin embargo ahora la Iglesia acepta cualquier vino. «El paso es muy importante porque estamos recuperando un espacio que se había perdido», insiste el director de la bodega, que elabora más 15 vinos diferentes.
Ya en el siglo XIX
Antigua Casa de Guardia consiguió ya en el siglo XIX, con su fundador, José de Guardia, convertirse en proveedor de la Casa de su Majestad la Reina Isabel II, título que todavía ostenta y que refleja en la etiqueta de su vino S. M. Doña Isabel II, quién autorizó a la bodega a elaborar un vino que llevara el nombre de Isabel II. Se trata de un vino de licor, dulce, trasañejo con una crianza de siete años en botas de roble americano, hecho con uva moscatel.
Actualmente, es uno de los grandes embajadores de los vinos de Málaga. No en balde, su taberna en el centro de la capital es desde hace tiempo un lugar de peregrinación para miles de turistas. Sus vinos más demandados en la taberna son precisamente el Pajarate, y Pedrito, un Pedro Ximén dulce. El tercero es el vermú, también de elaboración propia.
La bodega ha vivido tres grandes épocas de oro. La primera, desde su creación en 1840 y hasta 1898, con José de la Guardia y Enrique Navarro como propietarios, y la segunda, entre los años 1970 y 1980, con el movimiento estudiantil que utilizaba la taberna como punto de reunión. La última comienza en 2013, con Cayetano Garijo al frente, que ha imprimido a la empresa una nuevo sello.
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