Las tiendas especializadas en bicicletas invaden la ciudad

La fiebre por las bicicletas ya genera negocio en la capital. La concienciación medioambiental y la puesta en marcha de carriles exclusivos para ciclistas ha propiciado la apertura de numerosas tiendas relacionadas con el mundo de las dos ruedas en Málaga. En los últimos meses, las empresas dedicadas a la venta, reparación o alquiler de bicicletas se ha multiplicado en la misma proporción que el número de aficionados.

Esta nueva afición por el transporte no contaminante se ha notado especialmente en el Centro, en donde se han concentrado algunas de las nuevas aperturas. Una de ellas ha sido Urban Bicicles, negocio ubicado en la calle Vendeja. Su propietario, Javier Marín, considera que en los últimos meses se ha notado un repunte en la demanda. Él está especializado en la venta de bicicletas urbanas tanto nuevas como usadas y cree que «muchas personas se están enganchando gracias al servicio de alquiler puesto en marcha el Ayuntamiento».

Este ingeniero especializado en Diseño cree que muchas personas están apostando por este tipo de transporte porque «se han concienciado sobre la importancia de no emitir gases a la atmósfera». De hecho, recuerda que decidió montar su tienda porque «Málaga no podía quedar ajena a la movilidad sostenible que prima en otros países de Europa».

Recyclobike es otra de las empresas que han abierto en los últimos meses atraída por el auge de las dos ruedas. Ubicada en la plaza de Camas, su concepto va más allá que el de una simple tienda. Uno de sus propietarios, Greg Mills, explica que han combinado una cafetería con un taller especializado. A quienes acuden al negocio en bicicleta se les premia con un descuento en el café. «Nuestro principal objetivo es que la gente deje los coches en casa y descubra el placer de desplazarse con la bicicleta», resume.

Este proyecto empresarial, que comenzó en la avenida Juan Sebastián Elcano, en Pedregalejo, se traslado al Centro al comprobar sus propietarios el impulso a este tipo de transporte alternativo. Y ahora atraen a diario a un público especializado que lo mismo repara su bici que se toma un plato saludable. De hecho, la tienda y la cafetería comparten el mismo local y sólo les separa un tabique, por lo que todo se une en el mismo espacio.

Para los turistas

Al hilo de esta nueva afición también están naciendo empresas dedicadas a atender a los turistas. Electric Bike Málaga, negocio que acaba de abrir en la calle Casa de Campos, en pleno Soho, se dedica a vender, alquilar y realizar excursiones en bici eléctrica. Su propietario, Pablo Barrios, decidió ponerlo en marcha al comprobar el tirón que este medio de transporte tiene entre los extranjeros, que están mucho más habituados a utilizarlas en su desplazamientos por las ciudades. Y por ello ofrecen rutas por el Centro, por las playas e incluso por los Montes de Málaga.

Quienes cuentan con más experiencia en este sector no creen que se trate de una moda pasajera. Diego Buendía, propietario Bikespain.es, tienda ubicada en el polígono Alameda, afirma que en los últimos meses han abierto negocios en todos los barrios. «Seguro que duran porque en Europa es algo que existe desde hace muchas décadas y siguen en auge».

Este malagueño cree que en la actualidad «hay más tiendas que clientes», aunque también entiende que Málaga podría asemejarse en unos años a cualquier ciudad de Dinamarca o de Alemania, en donde hay casi una tienda en cada esquina. Sobre su vivencia personal, recuerda que montó su empresa hace 25 años con la ilusión de que todo el mundo se desplazara en bicicleta. Y por eso afirma que ya se puede morir tranquilo. «Eso por lo que yo luchaba se está haciendo realidad gracias a que la conciencia de los malagueños es cada vez mayor».

En esta nueva afición también ha tenido gran parte de culpa el servicio municipal de alquiler. Al menos así lo cree Alejandro Garrido, uno de los socios de Clínica de la Bicicleta, negocio ubicado en la calle Victoria. Dice que desde que se puso en marcha muchas personas han decidido apostar por este medio de transporte. «Al probar y ver que les gusta se han animado a comprarse sus propias bicis, aunque sea de segunda mano». Para este profesional lo importante es crear el hábito y conseguir nuevos adeptos por toda la ciudad. Una moda que, sin duda, redunda en la calidad de vida de todos los malagueños.