La falta de dragado durante meses cierra la bocana y deja inutilizado el puerto de Cabopino
Propietarios de barcos y negocios claman por una solución definitiva, lo que ha llevado a varios de ellos a iniciar los trámites para hacerse con la concesión del recinto
Mónica Pérez
Sábado, 31 de enero 2015, 03:29
Andrew lleva varias décadas afincado en la Costa del Sol. Dejó Reino Unido e inició una nueva vida en Marbella. Su pasión por el mar ... le condujo directamente el puerto de Cabopino, donde mantiene un negocio de charter náutico, una empresa que, asegura, languidece al mismo tiempo que lo hace el propio recinto portuario. Su nombre es ficticio opta por no revelar su identidad en esta información pero su historia es tan real como la de otros propietarios de embarcaciones y locales de hostelería existentes en uno de los tres puertos marbellíes. El origen del problema se encuentra en la imposibilidad de que el recinto pueda operar para lo que fue concebido: la entrada y salida de barcos. Hay 160 embarcaciones afectadas.
La falta de dragado durante meses ha derivado en una acumulación de arena en la bocana que convierte en un ejercicio arriesgado intentar cruzar, especialmente cuando la marea está baja. Andrew ha vivido muy de cerca las consecuencias de esta situación. «Intenté salir con uno de los barcos más pequeños que tengo, pero me quedé prácticamente atrapado. El barco encalló y al intentar moverlo se destrozó», narra mientras apunta que en días con oleaje apenas se aprecianlas boyas colocadas y «más de uno ha terminado contra las rocas», explica refiriéndose al caso concreto de dos veleros que hace unos acabaron hechos pedazos.
«Con 30 centímetros de agua no pasa por ahí ni una zodiac», añade el portavoz de la comunidad de vecinos de Cabopino, Gianni Fieno, un italiano afincado en la zona, propietario también de una embarcación que, asegura, apenas puede mover. «Como nosotros, todos los que estamos aquí sufrimos el mismo problema. Se paga la comunidad y el atraque por tener amarrado un barco que no puedes mover».
Los afectados claman por una solución definitiva para este problema que nació al tiempo que el mismo puerto. «Es el propio diseño constructivo el que favorece que se acumule arena en la bocana con gran facilidad, por eso se requiere de un dragado periódico. No sabemos de quien es responsabilidad ni queremos culpar a nadie, el caso es que desde el pasado verano aquí no se draga y la situación es insostenible», lamenta Fieno.
Propietarios de barcos y comercios sostienen que el puerto «se está dejando morir». «Cabopino es una pequeña joya abandonada. Creemos que debe ponerse en valor porque es un atractivo turístico más de Marbella, no se puede dejar caer la calidad de un recinto como este. Sin embargo, si los barcos no pueden ni entrar ¿cómo vamos a reactivar la economía del puerto y los negocios que llevan años aquí?», explica el portavoz de los vecinos.
Una concesión por 40 años
El desalentador panorama que describen estos ciudadanos ha llevado a varios de ellos a dar un paso adelante con el objetivo de sacar a flote un puerto gestionado desde hace 39 años por la empresa Marina de Cabopino, propiedad de un empresario danés al que la Junta de Andalucía concedió la explotación por un periodo de 40 años. A finales del pasado año, un grupo de empresarios de la zona inició los trámites para la compra de la concesión para la que además han solicitado una prórroga. Adolfo Álvarez, actual director del puerto de Cabopino, asegura que el cambio de manos de la concesión «se encuentra en un periodo transitorio» a la espera del permiso de la Agencia Pública de Puertos de Andalucía (APPA). «La nueva ley de Puertos prevé la posibilidad de solicitar una prórroga para las concesiones y es lo que se ha solicitado, aunque de momento se nos ha respondido que no y seguimos en negociaciones», reconoce Álvarez, quien deja claro que actualmente cuenta con una reserva formalizada en un contrato privado con el actual concesionario para quedarse con la explotación, una vez que la Junta autorice la prórroga. Este periódico intentó sin éxito obtener una valoración de la APPAacerca de la propuesta y las gestiones iniciadas por estos particulares.
Mientras, el director de la marina reconoce que la situación actual del recinto es un «desastre» y habla de «problema de seguridad» al referirse al cierre de la bocana. «No podemos olvidar que un puerto es una zona de abrigo, un lugar al que pueden acudir los barcos que sufran algún problema durante su navegación. Y eso aquí no está asegurado». Explica que durante años ha sido la propia concesionaria la que se ha hecho cargo del dragado con medios propios del puerto, una draga que hace unos meses se topó con una paralización de la Guardia Civil al no contar con la documentación en regla. «Pedimos un dragado permanente que es lo que necesita un puerto de estas características, como ocurre en El Candado, en Málaga, donde tienen un problema similar y el dragado es continuo», argumenta Adolfo Álvarez.
La iniciativa de estos nuevos patrones del recinto ha llevado a la concesionaria a solicitar la renovación de los permisos. «Desde que en octubre pasado comenzamos a trabajar con la concesionaria venimos haciendo gestiones para obtener esas licencias. Ya tenemos la de Costas y la de la Agencia de Puertos de Andalucía, y estamos solo pendientes de presentar toda la documentación ante Capitanía Marítima», asegura. Una vez que la draga empiece a trabajar, explica, se retirará arena cada tres meses, aproximadamente
La comunidad de propietarios del puerto y los vecinos confían en que la solución arribe a puerto lo antes posible. El interés está puesto ahora en que la marina pueda estar en óptimas condiciones para recibir la primera remesa de turistas en Semana Santa.
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