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José Manuel Alday
Lunes, 15 de septiembre 2014, 13:21
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Los hechos sucedidos hace unos días en los que un canguro fue herido en el Parque del Oeste por unos vándalos que le causaron daño aprovechando la noche y que el recinto estaba cerrado, y el incendio de un parque infantil del parque de la Laguna de la Barrera, en el distrito de Teatinos, no ha pasado desapercibido para muchos ciudadanos.
Dos tristes episodios indicativos de la crueldad que se puede tener hacia los animales, en el primer caso, y del más absoluto desprecio hacia lo comunitario destruyendo un mobiliario urbano, en el segundo. Aunque en el caso del recinto infantil, la acción tampoco está libre de cierta crueldad al elegir el objetivo: Destruir un equipamiento que está pensado precisamente para el disfrute de los más pequeños. Ante estos hechos, algunos ciudadanos se preguntan sorprendidos. «¿Qué clase de personas hace esto?». Pues aunque a algunos cueste trabajo imaginarlo, se trata de personas normales que residen en nuestros barrios y pasean por las mismas calles que nosotros. Es más, en el caso del incendio del parque infantil, que fue remodelado recientemente y cuyos daños ocasionados han sido valorados en más de 40.000 euros, la policía ha detenido a dos menores de 16 y 17 años de edad como presuntos autores de ese incendio y de otros más que afectaron igualmente a mobiliario urbano.
Amaya Díaz lamenta leer estas noticias y dice que a la vista de ello, «no cabe extrañarse de que la ciudad esté como está, con desperfectos por todas partes y sucia». «Se va a cualquier lugar y los jardines están destrozados y sucios por estos incívicos y vándalos que tenemos aquí de ciudadanos». «Espero no sean muchos», concluye su mensaje repleto de indignación.
Por pocos que sean, su comportamiento incívico deja siempre una huella difícil de borrar.
Playa canina: retiradas de piedras
La retirada de piedras de la playa canina abierta este verano en la Araña, de la que nos hicimos eco hace días, y que ha sido justificada por las lesiones, fundamentalmente tendinitis, que se producen los animales al pisarlas es algo que no entienden algunos ciudadanos, que han mostrado su sorpresa, primero, y extrañeza, después, por lo que entienden como «trato exquisito» que se les dispensa a los animales, contrariamente con lo que sucede con los contribuyentes. Uno de ellos llama al teléfono de esta sección para decir que considera esta medida «absurda, porque hay playas para las personas que tienen piedras y no las retiran y, sin embargo, en la playa de perros sí lo hacen, cuando los animales están preparados para andar sobre las piedras».
Parque de bomberos: ¿falta de mantenimiento?
Un vecino nos envía la fotografía de la izquierda en la que aparece una puerta del parque de bomberos que está ubicado en el Camino del Pato, en su confluencia con la avenida de Moliere. Tras indicar que esa puerta lleva así meses, se pregunta si nadie del propio parque de bomberos o del Ayuntamiento se dispone a arreglar esa puerta.
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