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Amelia Marín García estará al frente de Zonta Málaga durante dos años.
Amelia Marín García: «Las mujeres siempre nos movilizamos cuando hay niños de por medio»

Amelia Marín García: «Las mujeres siempre nos movilizamos cuando hay niños de por medio»

La notario asume las riendas de una organización integrada por empresarias y profesionales y centrada en mujeres y niños. El reto: «Ayudar a ayudar»

Ana Pérez-Bryan

Viernes, 22 de agosto 2014, 01:58

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Se hacen llamar zontianas por Zonta, la ONG a la que dedican su tiempo y su esfuerzo desde 2010. Lo hacen desde Málaga e integradas en esta gran organización que a pesar de que en la ciudad apenas lleva cuatro años, funciona en el escenario internacional desde 1919. Y son sólo mujeres. En la provincia, 19 en total, todas ellas profesionales y empresarias que funcionan bajo la consigna de «ayudar a ayudar». La notaria Amelia Marín García, nacida en Granada pero residente en Málaga desde el año 1995 tiene la notaría en Benalmádena, acaba de asumir la presidencia y se marca como reto «crecer y seguir estando donde haga falta».

Asume las riendas de una ONG casi centenaria, pero en Málaga aún no han celebrado el cuarto aniversario. ¿Cuáles eran las necesidades específicas de la provincia?

¿Qué es Zonta

  • datos

  • Origen. Zonta Internacional se fundó en Búfalo, Nueva York, en 1919. Hoy tiene su sede en Chicago.

  • Socias. Zonta cuenta con más de 32.000 socias, todas ellas profesionales y empresarias. Entre ellas está la presidenta de Chile, Michelle Bachelet. En Málaga son 19.

  • Proyectos en Málaga. Entre las iniciativas locales, colaboran con las ONG InPaVi, Asociación Luna, Amusuvi y Mundo Infantil.

Las necesidades están relacionadas con varias organizaciones: En primer lugar con InPaVi, una ONG que lleva más de 30 años en activo y que tiene su base operativa en La Corta. Allí hace falta de todo, así que se han hecho talleres, se ha repartido ropa, muebles y juguetes e impulsamos becas para campamentos de verano y labor de voluntariado. También colaboramos con Mundo Infantil, que ayuda a niños en situación de desamparo, con una ayuda económica o con libros y ropa; y con la asociación Luna con el pago del alquiler de su sede. Son acciones muy puntuales. Ahora, por ejemplo, trabajamos con Amusuvi, centrada en la violencia de género, que acaba de ponerse en marcha en Málaga y necesita de todo, y hemos entrado en contacto con Red Madre.

Es una labor más cercana a la de un mediador...

Claro. Nosotras ayudamos a ayudar. Y eso tiene una cosa muy positiva, porque ves dónde va la ayuda y que no se pierde ni un euro por el camino. Nos autofinanciamos con una cuota al año, que se dedica íntegramente a estas iniciativas, y organizamos proyectos solidarios que se suman a la causa. Además de esta labor, Zonta tiene comités específicos para organizarse y un observatorio de género que hace una labor importantísima, porque está centrado en la violencia y en temas de interés general para la mujer.

Y además es una organización sólo integrada por mujeres y centrada exclusivamente en mujeres y niños. ¿No aceptan hombres?

Está formada por mujeres empresarias y profesionales, pero también tenemos colaboradores que son hombres. No hay unas reglas específicas en este sentido, aunque sí es cierto que la mayoría somos mujeres. Lo que ocurre es que nosotras implicamos a nuestros maridos o a nuestras parejas, y a todo el que tenga interés en colaborar. No somos una organización cerrada. Sólo trabajamos y ayudamos, y fuera de eso no hay ningún otro principio.

La promoción de la educación es un pilar básico para Zonta...

Efectivamente. Tenemos tres tipos de becas para investigación a nivel internacional. Una está dedicada a niñas de entre 16 y 19 años que trata de fomentar el voluntariado entre los jóvenes, otra se entrega a chicas que estén estudiando Económicas o Empresariales, y la última, que puso en marcha la aviadora Amelia Earhart, ayuda a hacer el doctorado a alumnas de Ingeniería Aeronáutica. Todos estos proyectos buscan que la mujer pueda equipararse al hombre. Por ejemplo, Zonta Madrid está haciendo un proyecto para que en los consejos de administración de las empresas se equipare el número de mujeres a los hombres. El objetivo es que en el año 2030 se haya conseguido la igualdad con los hombres.

Es decir, que el perfil de las mujeres a las que ayudan abarca desde una madre soltera que no tiene para pañales hasta la ejecutiva que no consigue prosperar por culpa del techo de cristal.

Sí. Ayudamos a todas las mujeres. No distinguimos ni nivel educativo ni económico. Nos movemos por las necesidades de cada una.

Supongo, en cualquier caso, que el grueso de las mujeres a las que atienden tendrán hijos y estarán en situaciones complejas

Claro. Las mujeres siempre nos movilizamos cuando hay niños de por medio. Se hace lo que sea. Si no se tiene para comer o por ejemplo el niño está en una situación de abandono, ahí surge la necesidad. Y no digamos en algunos países, donde se casa a las niñas con 12 años. Es en ese sentido donde más hay que trabajar para concienciar a la población.

Educación, derechos laborales, violencia de género, dependencia económica... ¿Qué es lo que más lastra a las mujeres?

Es muy importante que la mujer se valga por sí misma en todos los sentidos. Que no tenga dependencia económica ni emocional de otra persona. Ya no te estoy hablando de un marido, ni siquiera de un padre, es que la mujer tiene que prepararse para valerse por sí misma. Con formación y autoestima habría menos violencia de género, porque no callarían muchas circunstancias. Yo no soy feminista, ni lo es Zonta, pero defendemos a las personas que están en una situación de desigualdad y desprotección, que en este caso son las mujeres y las niñas.

El Observatorio de Zonta ha recibido más de 70.000 visitas desde que se puso en marcha. ¿Cuáles son las principales consultas?

Sobre todo asesoramiento jurídico. Y es muy útil porque en esos casos se les ofrece el cauce para que se dirijan al lugar adecuado, para que conozcan sus derechos... No hay filtros ni burocracia. La ayuda y el asesoramiento son directos y gratuitos. Te aseguro que si a mí me viene alguien y me pide algo no le voy a cobrar.

¿Y cuáles son los retos que se marca como presidenta de la ONG?

Hay dos rasgos muy específicos de Zonta, que son la honestidad y la confianza. Por eso uno de mis retos, por mi experiencia laboral, es inscribir a Zonta, que está en el registro de asociaciones, en el correspondiente a las asociaciones sin ánimo de lucro y utilidad pública para que la gente que nos haga donativos se los pueda deducir. Esa sería una forma de devolver a los demás la ayuda. También tenemos que trabajar en el plano del compromiso, para seguir creciendo y que la gente vea que estamos aquí para lo que haga falta.

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