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Los centros comerciales mantienen su atractivo

Los centros comerciales mantienen su atractivo

El reciente traspaso de Vialia es una raya en el agua. Los complejos de Málaga no cambian de manos y mantienen una alta ocupación, pero sube la rotación

J. J. Buiza

Domingo, 8 de junio 2014, 21:04

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Los grandes centros comerciales de Málaga mantienen su tirón pero permanecen ajenos, de momento, a las operaciones millonarias de compraventa que están proliferando en el resto de España. En 2013, las compras de centros comerciales en el ámbito nacional rondaron los 600 millones de euros, un 147% más que el año anterior, según AECC, la asociación española del sector. En la provincia, el caso de Vialia, dado a conocer recientemente, es una raya en el agua, teniendo en cuenta, además, que no se trata de un cambio de propiedad (que seguirá siendo del Estado) sino de gestión: Adif y Riofisa traspasarán por 63 millones de euros la explotación del recinto a un consorcio brasileño por un periodo de 44 años. «La de Vialia es la única operación que se ha dado a conocer en Málaga desde hace mucho tiempo, y ha durado bastante. Los propietarios son poco dados a cambiar en la provincia. Son muy golosos (los centros comerciales) y la propiedad no los suelta», afirma Íñigo Molina, director regional de CB Richard Ellis.

No se aprecian de momento más signos de cambio a corto plazo. En 2011, el grupo portugués Sonae Sierra completó la adquisición de Plaza Mayor Shopping, al comprar un 25% de las acciones cuando ya era propietario del 75% restante. La operación brasileña del centro comercial de la Estación María Zambrano podría enmarcarse dentro de las reflexiones salidas del último Encuentro de Directores y Gerentes de Centros Comerciales organizado por AECC.Su presidente, Javier Hortelano, hablaba de estos como «activos fundamentales para los inversores internacionales». En 2014, la asociación espera que se superen los 650 millones de inversión extranjera.

Los fondos internacionales tienen a España en su punto de mira. Y más si se tiene en cuenta que para 2014 se espera un ligero crecimiento tanto de afluencia como de ventas. 2013 fue un año estable en cuanto al número de visitantes y cifras de facturación en los centros comerciales, pero aumentó la cuota de mercado por el retroceso del pequeño comercio.

Para Hortelano, aún «siendo prudentes», se puede hablar de que se está iniciando la «senda de la recuperación del consumo». Sus colegas en Málaga corroboran esta tendencia, pero con matices. «Afortunadamente, ya existen datos de incremento de actividad en diversos sectores comerciales, aunque creo que lo mejor está aún por llegar», opina Alejandro Garzón, gerente del CC de Rincón de la Victoria, cuyo grado de ocupación se sitúa por encima del 92%. Garzón, que se refiere a su centro como «uno de los más dinámicos de Málaga» en cuanto a actividades y promociones, piensa que la incorporación de nuevas enseñas no es un factor «determinante» para hablar de recuperación, ya que en buena medida depende de los planes de expansión de cada empresa.

Y es que, aunque la mayoría de los centros mantienen un grado de ocupación bastante elevado, sí que ha habido un incremento considerable de la rotación desde la crisis. Íñigo Molina lo define como una «regeneración» constante debido a los cierres, aperturas o mudanzas de un local a otro. Algunas cadenas han optado por «redimensionar» sus establecimientos buscando una mayor rentabilidad.

Sin proyectos a la vista

Los planes de expansión de las grandes compañías siguen teniendo muy en cuenta a los centros comerciales, por delante de los locales a pie de calle. En la provincia hay unos catorce complejos, entre centros y parques de medianas, pero lo que no está claro es si habrá más en un futuro inmediato. Salvo dos proyectos previstos en Estepona, hay pocas iniciativas a la vista.

«No es fácil ahora encontrar un suelo bueno», comenta el director regional de CB Richard Ellis, que asegura que, no obstante, aún existe bastante interés por parte de promotores que quieren levantar centros en la Costa del Sol de cierta envergadura. «Dependerá de la demanda y del efecto del desarrollo», precisa Íñigo Molina.

El último en ver la luz fue el Muelle Uno, inaugurado en 2011, en plena crisis. El recinto comercial y de ocio situado en pleno Puerto sigue a la espera de la instalación de una gran superficie que actúe como locomotora definitiva. Ya sea Carrefour o alguna otra marca, lo cierto es que hay operadores interesados en instalarse en el Muelle Uno. Esta apertura, unida al proyecto de la sucursal del Museo Pompidou, implicarían el despegue definitivo para un complejo que registra importantes pérdidas desde su puesta en funcionamiento.

Los expertos destacan la importancia de las locomotoras en cada caso para beneficiar al conjunto. En este sentido, las aperturas de Primark en Larios y en Miramar han supuesto un acicate importante, como en su día fueron la Fnac en Málaga Plaza, Ikea en Bahía Azul o Mercadona en Plaza Mayor Shopping.

La excepción es La Cañada, en Marbella, «una locomotora en sí misma», como dicen en el sector. La lista de espera de empresas que quieren instalarse allí es larga, y el metro cuadrado se paga a un precio bastante elevado. «En el caso particular de La Cañada siempre ha existido un alto interés por las primeras firmas en instalarse en ella, dado que el mix comercial existente es muy atractivo y muy pocos centros comerciales lo poseen», apunta su gerente, Javier Moreno.

De cara al verano, ya se han previsto allí varias aperturas destacadas: una tienda monomarca de Lacoste, una multimarca de ropa de mujer con Etxar & Panno como enseña más destacada, una tienda Pandora, un Pause & Play y COS (firma de lujo de H&M).

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