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Jueves, 19 de abril 2018, 14:09
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La detención en marzo de cuatro miembros del comité de empresa de Metro de Málaga, entre ellos su presidente, en relación a unos actos de sabotaje en la vía y en un tren durante la reciente huelga ha tenido esta mañana su respuesta sindical. Hasta 800 personas, entre trabajadores de esta infraestructura y representantes del sector ferroviario de la provincia y de otras partes de España, convocados por CCOO, se han manifestado por las calles del Centro. La marcha ha discurrido desde el intercambiador del Perchel hasta la sede de la Delegación de Fomento de la Junta, bajo un fuerte operativo policial, y ha ocasionado cortes de tráfico en algunas de las vías más concurridas de la capital.
«Después de las detenciones que hubo, de los que cuatro estuvimos en el calabozo, estamos aquí para decirle a la empresa que no nos van a callar, que después de una huelga no puede haber una caza de brujas y que lo único que queremos es un convenio digno, no que nos detengan sin pruebas», asegura el presidente del comité, Juan Vicente Pomares, quien agradece la gran afluencia de compañeros a este llamamiento: «Ha venido gente desde toda España ha apoyar nuestra lucha».
Por otra parte, el líder sindical denuncia que la negociación está parada. «La empresa lo único a lo que se está dedicando es a intentar sancionar a la gente y poco más». Al llegar a la Delegación de Fomento de la Junta, los convocantes leyeron un manifiesto «contra las medidas represoras» en la concesionaria del suburbano malagueño, recordaron que la huelga no es un delito y volvieron a reclamar un marco laboral «digno» para los trabajadores.
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