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Miércoles, 9 de agosto 2017, 00:30
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Llevan años en desuso, y también años en el escaparate pendientes de que al calor de la recuperación económica puedan encontrar un inquilino que les devuelva el lustre perdido. La ciudad cuenta con una serie de edificios emblemáticos, tanto públicos como privados, que están en el mercado inmobiliario y que, de caer en manos de inversores potentes, podrían contribuir a revitalizar determinadas zonas de la capital, especialmente en el Centro. Correos y La Equitativa pueden ser los más llamativos, pero no los únicos. En esa lista también se cuelan otros inmuebles como el de la antigua Comandancia de Marina, en el paseo de la Farola; la hacienda de Campanillas Cortijo Jurado; y ahora también los dos edificios que Telefónica tiene junto a la Catedral y en El Palo, tal y como informó ayer este periódico.
Por su privilegiada ubicación en la avenida de Andalucía sirviendo de puerta al Centro, por sus 13 plantas... y también por el estado de abandono que presenta, la antigua sede de Correos es el más significativo. Desde que la propiedad pasó a la Junta en 2010 dentro del pago de la denominada ‘deuda histórica’ del Estado con Andalucía han sido varios los inversores interesados, fundamentalmente para darle un uso hotelero, aunque también han preguntado sobre la posibilidad de hacer viviendas.
Tasado en su día en 30 millones de euros, el Gobierno autonómico lleva meses trabajando con el Ayuntamiento para cambiar su calificación urbanística de equipamiento de interés público y social a uso hotelero y comercial. A cambio, la Administración andaluza tendrá que compensar a la ciudad por la pérdida de esos 16.780 metros cuadrados de techo (repartidos en trece plantas, más 2.500 de aparcamiento y 2.200 de planta baja) destinados a equipamiento público cediendo varios edificios o solares con la consideración urbanística de uso administrativo.
Apenas a unos metros, el edificio de La Equitativa también lleva tiempo en el mercado. Aunque aún quedan varias viviendas ocupadas, el resto del inmueble está vacío. Como ocurre en Correos, el ‘runrún’ de su conversión en hotel siempre está ahí, pero de momento no ha llegado a materializarse ninguna oferta que satisfaga a los propietarios de esta construcción que se valoró en 50 millones.
Avanzando hacia el Este, el Ministerio de Defensa pretende buscar inquilino a la antigua Comandancia de Marina, aunque no convocará la subasta pública hasta tener garantías de que habrá inversores dispuestos a pujar por esta construcción levantada en el año 1900. Con un grado de protección arquitectónica I, sus 4.204 metros cuadrados distribuidos en tres plantas sólo pueden ser utilizados, salvo recalificación urbanística, para uso administrativo, sanitario/asistencial, ocio/recreativo, deportivo, de suministros y religioso.
Más histórico es Cortijo Jurado, una espectacular hacienda presidida por la casa palacio de estilo señorial construida entre 1830 y 1840 que durante décadas se convirtió en punto de peregrinación de los aficionados a la paranormal. Su recuperación como hotel quedó en suspenso por la crisis, cuyos propietarios intentan reactivar desde mediados de 2015, cuando lo pusieron a la venta por 16 millones.
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