Quejas sobre contenedores

José Manuel Alday

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Jueves, 24 de mayo 2018, 08:47

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Seguro que alguna vez ha querido meter una bolsa llena de envases de plástico en uno de los contenedores de reciclaje amarillo que hay en la calle y ha tenido que desistir porque no cabe por el agujero. «¿Por qué no hacen los agujeros de esos contenedores más grandes?», se pregunta Araceli Gómez. «¿No quieren que reciclemos?», afirma esta ciudadana. Las empresas de reciclaje sostienen que en los contenedores de tapa abierta se meten muchos más residuos equivocados que no tendrían que estar ahí, y dicen que al disponer de unas entradas más estrechas de alguna manera se obliga a que se introduzcan los envases deseados casi de uno en uno. Un comportamiento que tienen estudiado, a la vista de lo que dicen encontrar en los contenedores, ya que calculan que los amarillos suelen contener de media un 35% de residuos que no deberían estar ahí, mientras que en los contenedores abiertos de tapa este porcentaje sube al 50%. Así que el que se preocupa de separar la basura en su domicilio tendrá que hacer el esfuerzo de empujar sus envases por el agujero.

Otro ciudadano, Juan Ruiz, se queja del ruido que hacen las tapas de los contenedores grises de residuos orgánicos al caer y pide que se mejore el sistema para evitar las molestias que ocasiona. «La mayoría de la gente deja caer a plomo las tapas de esos contenedores y el ruido que forman es insoportable, sobre todo para los que tenemos contenedores situados junto a nuestras viviendas», se queja. «Por favor, que el Ayuntamiento haga algo, porque no podemos tener las ventanas abiertas».

Jardines de Picasso: basuras por el suelo

En los jardines de Picasso, pasado el puente de las Américas dirección al centro de la ciudad, hay basuras desparramadas por el suelo sin recoger junto a una papelera, según varios ciudadanos. «Paso por allí a diario y eso está así desde al menos Semana Santa», comenta un joven al periódico.

Camino Colmenar: canapé sobre un naranjo

En el Camino Colmenar, a la altura del número 21, han dejado apoyado sobre un naranjo un canapé, advierte un vecino de la zona, que no da crédito a esa imagen tan poco cívica y carente de sensibilidad.