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Acto celebrado ayer en la puerta del Ayuntamiento de Málaga por el Día de la Artritis Salvador Salas
Los pacientes de reumatología del Clínico esperan más para ser atendidos

Los pacientes de reumatología del Clínico esperan más para ser atendidos

La Asociación Malagueña de Artritis Reumatoide reclama al SAS más reumatólogos para agilizar el diagnóstico y reducir las demoras

Ángel Escalera

Málaga

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Sábado, 14 de octubre 2017, 00:49

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El tiempo que se tarda en atender a los pacientes reumatológicos del SAS en Málaga es desigual. Los enfermos que acuden al Hospital Clínico Universitario esperan más que los que son vistos en el Hospital Regional Carlos Haya (el servicio de reumatología está en el Hospital Civil). Las demoras del Clínico son mucho más elevadas, lo que supone un perjuicio para los ciudadanos. Así lo denunció ayer la Asociación Malagueña de Artritis Reumatoide (AMARE). La presidenta de este colectivo, Remedios Gómez, se refirió a la diferencia que existe en los dos hospitales, los únicos de la sanidad pública malagueña que disponen de especialistas en reumatología.

AMARE informó de que la asistencia que se ofrece a los enfermos en el servicio de reumatología del Hospital Regional Carlos Haya (Civil) es buena, sin que se produzcan retrasos, pero lamentó que los pacientes del Clínico sufran largas demoras para ser vistos, sobre todo en las revisiones. La falta de reumatólogos en el Clínico hace que los diagnósticos también se retrasen, manifestó Remedios Gómez. Carlos Haya dispone de siete reumatólogos y el Clínico dispone de cuatro.

Conseguir un diagnóstico precoz que facilite que los pacientes reciban un tratamiento con prontitud es fundamental para hacer frente a la artritis reumatoide. Por ese motivo, AMARE pidió ayer que el SAS aumente la plantilla de reumatólogos en los hospitales malagueños. En un manifiesto que leyó Remedios Gómez se expuso que la sanidad pública de Málaga solo cuenta con 11 reumatólogos cuando tendría que haber 30, según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que defiende la presencia de un especialista en reumatología por cada 50.000 habitantes. AMARE exigió que se dote a los hospitales comarcales de reumatólogos, ya que ello iría en beneficio de los pacientes y evitaría a los enfermos reumatológicos de la provincia desplazarse a la capital.

El hospital dice que está trabajando para dar mayor agilidad en tiempo y forma a la demanda asistencial

La lectura del manifiesto se produjo en la puerta del Ayuntamiento de Málaga, con la presencia del alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, y varios concejales, entre otras personas. El acto se convocó con motivo de la celebración el jueves del Día Mundial de la Artritis. Tras la lectura del manifiesto hubo una suelta de globos de color verde.

Mejorar la agenda de citas

Por su parte, fuentes oficiales del Hospital Clínico, tras ser preguntadas por este periódico, afirmaron que la unidad de gestión clínica intercentros de reumatología «está trabajando en la mejora de las agendas de citas con el fin de dar una respuesta más ágil en tiempo y forma a la demanda asistencial de los pacientes. Asimismo, está revisando los criterios de derivación conjuntamente con atención primaria para agilizar la accesibilidad de los enfermos en la atención de la patología reumatológica».

Las fuentes añadieron que la dirección del hospital acordó, en una reunión mantenida recientemente con la asociación AMARE, trabajar de forma conjunta en la identificación de áreas de mejora con el objetivo de agilizar los circuitos asistenciales de los pacientes.

La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria sistémica autoinmune que se caracteriza por una inflamación persistente de las articulaciones y su destrucción progresiva, lo que provoca distintos grados de deformidad e incapacidad. En Málaga se registran cada año unos 133 casos nuevos. La detección precoz es clave para frenar el deterioro articular que se produce en las enfermedades reumáticas. La demora en el diagnóstico de los pacientes supone el retraso en la aplicación del tratamiento que evite la deformidad e incapacidad provocada por la enfermedad.

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