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Pablo Aranda, Fernando Fariñas y Emilio Alba, momentos antes de empezar el acto organizado por el Aula de Cultura de SUR. Foto: Salvador Salas | Vídeo: Pedro J. Quero

La inmunoterapia, gran aliada para que el propio organismo ataque al cáncer

Los doctores Alba y Fariñas hablan en el Aula de Cultura de SUR sobre los fármacos que activan a los linfocitos T para que maten las células tumorales

Ángel Escalera

Málaga

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Miércoles, 11 de abril 2018, 00:34

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El sistema inmunitario de cada persona funciona como un ejército perfectamente adiestrado para eliminar a los enemigos que se presentan en forma de enfermedades. En esos casos, ante cualquier señal de peligro, el organismo se pone en marcha y ataca a los agentes infecciosos: bacterias y virus. Sin embargo, cuando se trata de las células cancerígenas el combate no es fácil, ya que estas tienen la habilidad de enmascararse y de hacerse invisibles ante el sistema inmune de paciente, lo que impide que aquel las vea como enemigas y las elimine.

Ahí es donde los tratamientos de inmunoterapia juegan un papel determinante para atajar algunos tipos de cánceres, puesto que esos fármacos permiten que los linfocitos T del sistema inmunitario reaccionen, consideren a las células tumorales como enemigas y las ataquen y maten. La clave de esa lucha sin cuartel es que la inmunoterapia activa los mecanismos para que el sistema inmune despierte y combata al cáncer.

Este asunto se debatió ayer en el Aula de Cultura de SUR, con la colaboración de la Obra Social La Caixa, en una charla y posterior coloquio en el que participaron el director de la unidad intercentros de oncología de los hospitales públicos de Málaga y catedrático de oncología de la Universidad malagueña (UMA), Emilio Alba, y el director del Instituto de Inmunología Clínica y Enfermedades Infecciosas, Fernando Fariñas. Ambos expertos hablaron sobre 'Inmunología y cáncer: la cura interior', en un acto celebrado en el auditorio del Museo Carmen Thyssen Málaga, moderado por el director del Aula de Cultura de SUR, el escritor Pablo Aranda.

La inmunoterapia es eficaz en el melanoma y en tumores de pulmón, riñón y vejiga

Los cánceres que llaman la atención del sistema inmune tienen mejor pronóstico

El doctor Alba explicó que los fármacos que se aplican con la inmunoterapia quitan el freno a los linfocitos T y, de ese modo, estos atacan a las células tumorales, que dejan de ser invisibles. El oncólogo indicó que esos tratamientos están dando buenos resultados en el melanoma (el cáncer de piel más agresivo) y en tumores de pulmón, riñón, vejiga y en algunos de cabeza y cuello. «La inmunoterapia aprovecha las propias defensas del organismo para matar la enfermedad», dijo Alba. Este experto añadió que se está investigando para obtener nuevos cócteles de fármacos inmunoterápicos que se den junto a tratamientos clásicos como la quimioterapia y la radioterapia. Asimismo, se refirió a la importancia de averiguar por qué la inmunoterapia no funciona en el caso de los cánceres de mama y próstata. Los tumores que están relacionados con factores externos (melanoma por tomar el sol en exceso) y pulmón (consumo de tabaco) son de los que mejor responden a esos tratamientos.

El doctor Alba habló también de los trabajos que se llevan a cabo para conseguir vacunas específicas contra algunos tipos de tumores, así como del sistema CAR-T, que se emplea para luchar contra los cánceres hematológicos y que consiste en extraer linfocitos T del paciente, entrenarlos y multiplicarlos en el laboratorio para, posteriormente, volver a meterlos a través de una vía en el organismo del enfermo con la finalidad de eliminar las células tumorales. Esa terapia todavía no está en marcha en España.

Señales de peligro

Por su parte, Fernando Fariñas destacó que el sistema inmunitario, que tiene como misión diferenciar las señales de peligro, es un verdadero ejército y funciona con distintos tipos de soldados, entre los que hay «fuerzas de intervención rápida, asesinos naturales (células citotóxicas) que matan a los agentes extraños y cascos azules, que se encargan de parar la guerra e impedir que se eliminen también células sanas».

El doctor Fariñas aseguró que los tumores que llaman la atención del sistema inmune tienen mejor pronóstico, ya que los linfocitos T se encargan de la supresión de las células cancerígenas, aunque estas, a veces, logran escapar de esa acometida. El inmunólogo dejó claro que los tratamientos con inmunoterapia no son inocuos. Así, al realizarse una hiperactivación del sistema inmunitario, este puede combatir las células sanas y provocar lo que se conoce como autoinmunidad.

Otra línea que abre esperanzas para atajar el cáncer pasa por fabricar virus modificados genéticamente para que eliminen las células tumorales y las contrarresten sin afectar a las sanas, señaló Fernando Fariñas. «El futuro ya está aquí, pero hay que crearlo a través de la investigación», puntualizó el director del Instituto de Inmunología Clínica y Enfermedades Infecciosas.

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